Resolver este enigma es responder acertadamente a la pregunta con la que comienza el título de este artículo: ¿Dónde nace el Río Júcar? Su planteamiento es simplísimo y la solución también puede parecerlo. Prácticamente la totalidad de los que vivan o sean expertos en la región, con mayor o menor aproximación, la proporcionarán de forma casi automática, los que no estén tan familiarizados con la misma tardarán un poco más y, finalmente, los que la desconozcan y tengan que consultar fuentes externas (libros, mapas, etc.), acabarán también haciéndolo. Todos, eso sí, se referirán a Tragacete y coincidirán en su respuesta. Y, sin embargo, desde un punto de vista analítico, esta no está nada clara.
Vamos a estudiar, en primer lugar, el tema del nacimiento con cierta profundidad para comprender que no siempre las cosas son tan triviales como las tradiciones y el turismo se empeñan en mostrar, de forma que, en ocasiones, y esta es una de ellas, cabe una duda más que razonable que las cuestiona. Con posterioridad haremos un recorrido virtual y fotográfico desde el origen oficial del Júcar hasta Tragacete, primer lugar permanentemente habitado en recibir sus frías y cristalinas aguas.
Veamos antes de nada algunos datos sobre este importante río que discurre sucesivamente por las provincias de
Cuenca,
Albacete y
Valencia, terminando en un estuario sobre el
Mar Mediterráneo, en la valenciana localidad de
Cullera. La
Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo responsable, según la
Ley de Aguas, de la administración de su cuenca, nos dice que tiene un recorrido de 504,42 kilómetros. Ello le convierte en el sexto más largo del país, idéntica posición que ocupa su cuenca hidrográfica, la cual supera los 22.500 kilómetros cuadrados. De estos, más de 4.700 corresponden al maravilloso
Río Cabriel, su principal afluente, con una longitud superior a los 220 kilómetros. Curiosamente este, menos de la mitad de largo que el
Júcar, transita por las mismas provincias añadiendo
Teruel a la lista. Precisamente allí se encuentra su nacimiento, mientras que la desembocadura hay que buscarla en la localidad de
Cofrentes, provincia de
Valencia. Al
Cabriel, arteria serrana de límpidas aguas a lo largo de centenares de kilómetros, dedicará PuraSierra algún artículo futuro.
Volvamos a los orígenes. El nacimiento tradicional, académico o histórico de nuestro río se sitúa, como se ha comentado anteriormente, en los
Ojuelos de Valdeminguete, sitos en la
Cañada De Las Pegueras, en el término municipal de
Tragacete y a unos 5,5 kilómetros a vuelo de pájaro desde la localidad del mismo nombre. Las palabras "ojo", "ojuelo" y otras similares se usan en estas Sierras para definir puntos de afloramiento de agua. Digamos que significan, aproximadamente, lo mismo que fuente o manantial. En dicha cañada existen varios ojuelos de este tipo que dan lugar a pequeños cauces que, al irse uniendo, van formando uno más considerable que puede mantener un cierto caudal hídrico. Esta es la humilde forma en que se forma oficialmente este gran río. Puesto que, además, todos ellos tienen un carácter marcadamente estacional y dependen de la pluviosidad de cada época, no es fácil, particularmente en años secos o en cualquier verano, saber cuál es el más lejano del mar y, por lo tanto, el que podría considerarse el auténtico nacimiento. De ahí que muchas personas que lo buscan retornen sin saber si han visto exactamente el nacimiento o no lo han hecho.
Conociendo ya estos datos, y antes de retomar el recorrido del
Júcar desde su origen oficial hasta
Tragacete en la segunda parte de este artículo, vamos a ver el porqué de la insistencia en los términos "oficial" o "tradicional". Para ello contemplemos el siguiente mapa:
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Mapa de la cuenca hidrográfica del alto Río Júcar |
Vemos en el mismo la cuenca alta del
Júcar. El cauce oficial es el marcado en azul oscuro, quedando
Tragacete en su orilla. Sus dos principales afluentes de cabecera están marcados en un azul más claro, aunque en trazo grueso. Son el
Arroyo Del Almagrero, con una longitud de 13,84 kilómetros, y el
Río De Valdemeca, de 18,13. El resto de líneas del mismo color, ya de trazo fino, componen los arroyos subsidiarios tanto de nuestro río como de los dos tributarios recién citados (no se incluyen otros que tengan destinos diferentes). Con color verde, tanto en sus límites como en sus nombres, se indican los municipios recogidos en el mapa (el nombre solo para aquellos en los que su población principal no aparece). En la zona reflejada el
Júcar oficial transita consecutivamente por
Tragacete,
Cuenca,
Huélamo y, nuevamente,
Cuenca.
El
Arroyo Del Almagrero no fue bautizado, en mi opinión, de la mejor forma. Tiene un caudal, en muchísimas ocasiones, superior al del
Río Júcar. Si este alcanza la "categoría" de río, aquel no debería ser menos. Este es el nombre más común que nos ha llegado a esta época, aunque también es conocido como
Río De La Herrería De Los Chorros. En la parte derecha de su tramo final está lo que queda de las edificaciones de aquella importante herrería. El apelativo de "los chorros", que proviene de ciertas curiosas formaciones tobáceas que forma en su cauce, nombra también a la
Cañada Real De Los Chorros (también conocida como
Cañada Real Conquense), antiquísima ruta trashumante que comienza en la
Sierra De Albarracín y atraviesa la
Serranía De Cuenca, afortunadamente aún surcada hoy día por algunas más que estimables ganaderías. Sobre este curso de agua, sea arroyo o río, se pueden escribir maravillas, puesto que es uno de los más serranos, indómitos y vírgenes de nuestro país. PuraSierra tiene pendiente publicar algún artículo sobre su recorrido. Personalmente, se me hace muy similar, en bastantes aspectos, al
Río De La Hoz Seca (al cual se dedicaron los artículos
El Río De La Hoz Seca: Visión geográfica y fotográfica de su tramo final y
El Río Del Puerto, de Bronchales a Lisboa). Ambos son cortos, están muy aislados de los humanos, discurren por una naturaleza salvaje y bellísima, son más caudalosos que sus destinatarios (véase el artículo
El nacimiento del río Tajo, un enigma geográfico en la España del siglo XXI), de los que son su primer afluente de envergadura, y tienen edificios emblemáticos en épocas pasadas casi en su desembocadura.
El
Río De Valdemeca, aunque más largo, es menos caudaloso y mucho más tranquilo en su trayecto hacia el
Júcar. Deja en su margen derecha la localidad que le da nombre tras nacer en la impresionante
Sierra De Valdemeca, a los pies de
Collado Bajo, cima de la que PuraSierra se ocupó particularmente en el artículo
Marcha Blume: La senda perfecta. Segunda parte (geografía y toponimia). Este significativo macizo montañoso, de aguas que al cien por cien tienen destino mediterráneo, es tributario del
Júcar, bien directamente, bien a través del
Río De Valdemeca, bien mediante otro fantástico afluente del primero, el
Río Guadazaón, o, de forma escasísima y geográficamente muy curiosa, a través del ya citado
Río Cabriel. El
Guadazaón, tras algo más de cien kilómetros de tránsito, desagua en este último cerca de
Enguídanos, magnífica localidad serrana en la que el agua es siempre protagonista.
Vemos en el mapa nueve números en rojo. Comienzan en el
1 y son consecutivos. Los tres primeros están cercanos al origen oficial del
Júcar. Los del
4 al
6 se sitúan próximos al nacimiento del
Río De Valdemeca y, por fin, los tres últimos hacen lo propio con respecto al
Arroyo Del Almagrero. El número
1 marca el punto inicial del
Júcar en los
Ojuelos De Valdeminguete. Todos ellos han sido elegidos buscando alternativas al nacimiento tradicional del
Júcar.
Para la discusión que viene a continuación, vamos a fijarnos en el punto en el que el
Río De Valdemeca finaliza su recorrido, marcado sobre el mapa con una
X roja. La distancia que ha surcado el
Río Júcar hasta el mismo es de, exactamente, 18,65 kilómetros. El dato es crucial puesto que lo que vamos a ver es si desde alguno de los puntos marcados la distancia aquí es superior a la citada. Si ello fuera así en algún caso, no cabe duda de que el nacimiento oficial del río podría ser discutible.
Empecemos por los dos puntos cercanos al nacimiento tradicional del río (
2 y
3), ambos, junto con todos los cauces que originan, situados en el término municipal de
Tragacete. La distancia desde el segundo de ellos (el
3) al punto
X es claramente inferior a la que hay desde el
1. Cualquiera puede comprobarlo sobre el mapa a simple vista. Concretamente es de 17,89 kilómetros. Ese punto señala el afloramiento de un manantial tributario del
Júcar y ha sido incluido en esta lista es por un motivo que desvelaré un poco más abajo. Sin embargo, desde el punto
2 las cosas son diferentes. La distancia se incrementa hasta los 18,67 kilómetros, un poquito por encima de los 18,65 indicados. Podríamos decir que es casi la misma y que, con tan escasa diferencia, habría que realizar medidas más exactas que las que yo he hecho. Si habláramos de una encuesta, diríamos de que hay un empate técnico.
En todo caso hay un factor, incluso aunque la distancia al mar sea superior desde el manantial que da origen al regato marcado en el punto
2, que hace que me decante por no considerarlo como una alternativa real al nacimiento del
Júcar. Consiste en que es difícil ver corriendo el agua a lo largo de los cuatro cauces que la conducen hasta, casi en
Tragacete, acumularse al caudal de nuestro río. Ya hemos visto que también los
Ojuelos de Valdeminguete son estacionales, pero por el lado
2 baja muchísima menos y es verdaderamente raro verla en todo el recorrido. Los cuatro arroyos (llamados
royos en todas nuestras Sierras), perfectamente observables en el mapa, son el
Arroyo Del Vallejo De La Piedra De La Fantástica (con origen en el punto
2), el
Arroyo De Las Acebeas De Arriba, el
Arroyo Del Barranco De La Fuenseca y el
Arroyo Salado. De ellos es el último el más remarcable. Recorre 4,72 kilómetros, nunca se seca, en otros tiempos fue lugar de baño para ribereños y veraneantes en
Tragacete, desembocando prácticamente a la altura del pueblo, y, como su propio nombre indica, sus aguas tienen un cierto contenido salino, suficiente para que, desde tiempos pretéritos, en su ribera existieran unas salinas, activas aún bien entrado el siglo XX. La sal, vital para personas y ganados, constituyó durante muchos siglos una importante industria serrana. El artículo escrito por
Juan Carlos Solano Herranz y
Carlos Serrano Oropesa, publicado en el
número 8 de la
Revista Mansiegona y titulado
La explotación de la sal en la Sierra de Cuenca, profundiza en el tema, citando, entre otras, las
Salinas De Tragacete.
El punto
3 está marcado porque indica el punto en el que, para el que esto suscribe, y siempre hablando de la zona del nacimiento tradicional de nuestro río, está el manantial permanente más alto y lejano del mar. Para mí es el que tiene los máximos merecimientos para ser considerado su nacimiento. Cuando, más adelante, veamos el itinerario virtual y fotográfico desde
Tragacete hasta las fuentes del
Júcar, este será nuestro destino final.
Vámonos ahora a los orígenes del
Río de Valdemeca para ver cuáles son las distancias desde otros tres orígenes hasta el punto
X, situado precisamente en el lugar de desembocadura de este río. El primero de los que vamos a analizar es el
4, precisamente el que señala el comienzo de este curso de agua. La verdad es que, como exploradores en busca de respuestas, nos deja de nuevo sumidos en la duda. La distancia buscada es 18,13 kilómetros, otra vez casi en situación de empate técnico con los 18,65 o los 18,67 kilómetros medidos cerca de
Tragacete.
Aún nos lo complica más si vemos lo que ocurre desde el punto
5, nacimiento del A
rroyo De Los Estepares. Desde allí la distancia sube hasta los 18,40 kilómetros, aún por debajo de las anteriores, aunque tan cercana que parece que la geografía ha tomado algo de manía a los humanos que se empeñan en establecer mediciones. Este arroyo, a veces señalado en los mapas como
Vertiente De Los Barrancos, recoge aguas que bajan de
Collado Bajo,
Portillo Hermoso y otros elevados parajes de la
Sierra De Valdemeca. Muy cerca del lugar en que se junta con el
Río De Valdemeca está el fenomenal itinerario micológico
Fuente De La Ardilla - Estepares del que PuraSierra ya habló en el artículo titulado
Marcha Blume: La senda perfecta. Segunda parte (geografía y toponimia).
Para rematar el análisis de los posibles orígenes del
Júcar por la zona del
Río De Valdemeca solo nos falta comentar qué ocurre con el punto
6, situado en el término municipal de
Laguna Del Marquesado. Es más complicado de ver que los dos anteriores porque las aguas que parten del mismo surcan dos arroyos, antes de llegar a este. Son, concretamente, en orden consecutivo, el
Arroyo De Hoya Verdejo (o
Arroyo Del Barrancón), que, aparte del término ya citado, atraviesa el de
Huerta Del Marquesado para terminar en el de
Valdemeca, y el
Arroyo De Las Huertas, ya por completo inserto en este último término. El resultado, nuevamente, al superar los 18 kilómetros, alimenta la duda. Son 18,01. De esta forma completamos por este lado tres posibles orígenes con más de 18 hasta el punto
X.
Prosigamos con los últimos tres puntos ubicados sobre el mapa. En este caso marcan los posibles orígenes del
Júcar por la vertiente de su primer afluente de importancia: El
Arroyo Del Almagrero. Conviene saber, en este caso, que este curso de agua aflora en un terreno que constituye un nudo orográfico bastante complicado. El líquido elemento que brota en el mismo puede formar parte de su caudal, del que va al
Río Cabriel o del que lo hace al
Río Tajo. Podría decirse que todos ellos nacen en un palmo de terreno, en una de las zonas serranas más recónditas, altas, frías y preciosas. Políticamente también presenta dificultades con añejos litigios aún no resueltos que afectan incluso a límites de
Comunidades Autónomas. Hasta allí llegan, por
Castilla-La Mancha, los términos municipales de
Cuenca,
Huélamo y
Zafrilla, y, por
Aragón, el de la
Ciudad Y Comunidad De Albarracín. En resumen, pocos espacios serranos son tan interesantes para los cazadores de belleza y enigmas geográficos, tanto físicos como políticos.
El punto
7, situado en el término municipal de
Zafrilla, es el que podemos considerar como nacimiento del
Arroyo Del Almagrero. No está claramente establecido así, puesto que por allí hay varios arroyos que se disputan este honor, incluido el grandioso
Arroyo De La Nava, que en nuestro mapa es considerado independiente. Es posible que lo más lógico sea establecer el mismo como el más lejano del mar entre los tres de este lado. Esta es otra discusión, consecuencia de la complejidad del citado nudo orográfico, y no voy a entrar ahora en ella. Lo que es importante es que para ir desde ese punto hasta el
X transitaremos a lo largo de 18,73 kilómetros. ¡Otra vez por encima del cacareado número 18! Y, además, ¡el más alto de todos los estudiados hasta ahora! ¡Verdaderamente la geografía se obstina en que no podamos obtener resultados claros!
Veamos qué ocurre con el punto
8. Es el único que pertenece a
Aragón (término municipal de la
Ciudad Y Comunidad De Albarracín, provincia de
Teruel), ubicado a pocos metros de la línea divisoria
Atlántico / Mediterráneo en un paraje conocido como
Dehesa de Valtablado, de honda tradición ganadera. Constituye la única aportación al alto
Júcar (descontando el
Cabriel y sus tributarios) de esta
Comunidad Autónoma. Y es realmente significativa puesto que los 22,39 kilómetros que separan el punto
X del nacimiento del
Arroyo De Las Salinas (así es como se llama el cauce que allí comienza, tal y como puede observarse en el mapa) pulverizan por fin los 18 y pico que casi siempre hemos ido obteniendo. Es una diferencia realmente notable que, no obstante, veremos si puede ampliarse con el estudio del último punto.
Otra vez nos encontramos con agua bastante salada en la cuenca alta del
Júcar. Este arroyo, lo mismo que el que hemos visto en
Tragacete, siempre fue explotado para la obtención de sal común. Allí están los restos de las
Salinas De Valtablado. La espectacular finca que las incluye fue, es y, seguramente, será, origen y destino de ganados trashumantes emblemáticos de estas tierras. Este tema, por sí solo, daría para escribir libros y escapa a las pretensiones del presente artículo.
Llegamos por fin al punto
9. Allí, en un prado de alta montaña a bastante más de 1600 metros de altura, en el término municipal de
Zafrilla, brota la fuente más elevada del arroyo que es conocido como
Vertiente Del Rincón De Palacios. Sus aguas alcanzan el
Júcar tras circular por el
Arroyo De La Nava (antiguamente llamado
Arroyo De La Nava De Los Aragoneses) y el
Arroyo Del Almagrero. La distancia hasta el punto
X es de 22,63 kilómetros. Supera a la anterior y establece que este punto es el más lejano al mar en toda la cuenca del
Río Júcar. Eso sí, nuevamente nos encontramos con un empate técnico, en este caso con respecto al
Arroyo De Las Salinas (que proviene del punto
8).
Finalizadas las mediciones, ¿es plausible considerar el punto
9 como el auténtico origen del
Júcar? A favor tiene que claramente está bastante más alejado del mar que cualquiera de los otros, salvo el cercano
8 (que también pertenece a la cuenca del
Arroyo Del Almagrero) y que el caudal de este, a diferencia de, por ejemplo, el
Río De Valdemeca, es más que considerable con respecto a su destinatario. La única circunstancia que se me ocurre que opera en su contra es que este mal llamado arroyo tiene un tramo de varios kilómetros en el que es difícil ver circular el agua, dado que esta se filtra en la tierra para reaparecer más abajo. El cauce, sin embargo, está claramente marcado. En esto, una vez más, también se parece al
Río De La Hoz Seca, al cual le pasa exactamente lo mismo. No obstante, no considero que este sea un aspecto definitivo, pues el propio
Júcar, antes de llegar a
Tragacete, como veremos más abajo, también tiene un tramo, algo más corto, tanto o más sediento que el citado. Esos pequeños trechos, nada infrecuentes en otros muchos ríos y arroyos serranos, que son consecuencia de la geología
kárstica (explicada en el artículo de PuraSierra titulado
Geología serrana práctica. El relieve kárstico, dominador de nuestros paisajes) que impera en buena parte de estas Sierras, son enormemente sensibles a los periodos de escasa pluviosidad y es normal verlos completamente secos durante gran parte del año.
Es muy difícil encontrar textos que apoyen la idea de que el nacimiento del
Río Júcar esté en la vertiente del
Almagrero. Vamos a remontarnos bastante tiempo atrás para que podamos ver dos. El primero, meridianamente claro, corresponde al
Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal publicado en 1826 y cuyo autor es
Sebastián de Miñano. Es este:
Define de manera rotunda que el paraje más alejado de su cuenca es la
Dehesa De Valtablado, es decir, el que hemos marcado como punto
8, único que está en la provincia de
Teruel. Se refiere al
Arroyo Del Almagrero como
Río Herrero (repito que también es conocido como
Río De La Herrería De Los Chorros) y al curso fluvial que viene desde las tierras de
Tragacete lo llama
Río Tragacete. Por lo demás, ofrece un breve tratado sobre la intensa hidrografía serrana, todo ello referido a la palabra
Huélamo (estamos en un diccionario). Este municipio serrano, atravesado de norte a sur por el
Júcar, es el único en ser bañado, además, por el
Arroyo Del Almagrero y el
Río De Valdemeca, desembocando ambos en su precioso término. Solo una pequeñísima parte del mismo no vierte aguas hacia el
Mar Mediterráneo, sino, vía
Río Escabas -
Río Guadiela -
Río Tajo, al
Océano Atlántico.
Si hemos remontado casi doscientos años para obtener el texto anterior, mucho más hemos de hacerlo para el que viene a continuación. Nada menos que del siglo XVI es la famosa obra conocida como
Relaciones topográficas de los pueblos de España, hechas de orden de Felipe II. Para confeccionarla se envió un completo cuestionario a cada pueblo y un escribano tomó nota de las respuestas que ofrecían las fuerzas vivas de cada lugar. El que lo hizo en
Huélamo se llamaba
Pero de Marcilla. Proporcionaron los datos, el día 15 de enero de 1576, los vecinos
Francisco Yamarquín y
Agustín Alonso. Esto es lo que respondieron a las cuestiones XX, XXI y XXII:
Esas tres preguntas atañen a todo lo que tenga que ver con la hidrografía del lugar (ríos, arroyos, puentes, molinos, barcos, etc.), así como con los regadíos de ribera, árboles frutales, pesca y cualquier otro tipo de aprovechamiento que tenga que ver con las aguas. El documento mostrado pertenece al libro titulado
Relaciones topográficas de los pueblos de España. Lo más interesante de ellos, publicado en 1918 por la
Sociedad Española de Artes Gráficas y cuyo autor es
Juan Ortega Rubio. La elocuente expresión de los huelameros describe bastante bien el término de su pueblo y dice textualmente que el
Júcar nace en la
Sierra de Albarracín. Como en el caso anterior, por lo tanto, apoya como nacimiento al representado en el punto
8.
La pregunta inicial aún no está respondida. No voy a ir más allá de aportar los datos ya apuntados. Dicen que doctores tiene la Iglesia e imagino yo que de geógrafos dispondrá la
Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo al que creo con autoridad para manifestarse al respecto, si es que lo entiende oportuno.
Finalizada la discusión sobre el auténtico origen del
Júcar, volvamos a
Tragacete, cuna del nacimiento tradicional del río y punto de partida casi obligado para el que quiera intentar acudir a sus fuentes oficiales. Desde esta población vamos a remontarlo hasta que ya no atisbemos agua en nuestras proximidades. Es una ruta apta para cualquier caminante, no muy dura a pesar de que, lógicamente, mantiene una trayectoria ascendente, no muy larga (con tranquilidad puede hacerse en media jornada, incluyendo el retorno), perfectamente señalizada y un deleite para los sentidos. Gran parte de ella puede hacerse en automóvil, por asfalto la primera parte, que es la que tiene más pendiente, y por una pista en relativo buen estado la segunda. Todo el recorrido virtual irá ilustrado con fotografías de los lugares comentados.
Tragacete acredita desde hace décadas una infraestructura turística con un número bastante más elevado de camas que los 261 habitantes censados que tiene. Situado a casi 1300 metros de altura sobre el nivel del mar, en el corazón de la zona PuraSierra, su ubicación es estratégica para visitarla.
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Vista de Tragacete desde La Rastra |
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Vista de Tragacete desde La Peña Del Halcón |
El comienzo está perfectamente indicado en la carretera que discurre por el pueblo, completamente paralela al
Júcar. Pasando un puente comienza la ruta. Allí mismo, a mano izquierda, está la primera de las muchas afloraciones por las que vamos a pasar: la
Fuente De La Toba. A ambos lados vamos a ver muchos huertos que se nutren de las jóvenes y cristalinas aguas de nuestro río. Poco más allá, también a la izquierda y alejado del camino, recibe al
Arroyo Salado. Como vimos anteriormente, por ahí puede que vengan de más lejos de lo que está nuestro objetivo.
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Fuente De La Toba |
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Arroyo Salado |
Circulamos por el
Camino De San Antonio. Algo más adelante, a la derecha, parte otro que lleva dirección al cercano cementerio. Nos encontramos con la
Fuente De La Trinidad. Hasta hace no muchos años creció allí mismo un gran olmo bautizado con el mismo nombre. Como tantos otros, murió afectado por la
grafiosis y hoy es solamente un recuerdo para muchos de los que estuvimos a su sombra. Entre más y más huertos seguimos andando con tranquilidad por una senda hollada desde tiempos inmemoriales por los tragaceteños, yendo y viniendo, muchas veces inmersos en sus quehaceres y otras, simplemente, paseando. El río circula a nuestra izquierda, algo alejado del camino. Según avanzamos nos vamos acercando al mismo hasta que lo cruzamos por el
Puente De San Antonio, estupendo lugar para buscar con nuestra vista la fauna fluvial que ya aparece en el mismo.
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Fuente De La Trinidad |
Unos metros más arriba, a mano izquierda, tras dejar por el mismo lado el
Humilladero De San Antonio, está uno de los sitios más queridos y visitados por los tragaceteños: La
Fuente Del Tío Portero. Lo mismo que en determinadas zonas se entiende de vino, aquí se entiende de agua. Y resulta que la que se recoge en esta fuente, aparte de ser finísima, tiene más que probadas virtudes para contribuir a la buena salud de los humanos. Por ello en
Tragacete siempre fue, y sigue siendo, la que se bebe en casa, siendo común el desprecio hacia la del grifo. No es que esta sea mala, ni mucho menos, pero la de esta fuente tiene "etiqueta negra". No es caudalosa ni especialmente bonita (de hecho, el manantial está en una propiedad privada y lo que hay es una corta canalización que conduce el líquido elemento hacia el camino vecinal) pero es fácil encontrar allí gentes, recipientes y tranquilas charlas. En el artículo de PuraSierra titulado
Toponimia del habla serrana: Con todo el respeto, sobre Tías y Tíos se habló sobre esta fuente.
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Fuente Del Tío Portero |
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Cueva De La Loca |
A partir de aquí comienza la llamada
Cuesta Del Molino, el único tramo con gran pendiente de toda nuestra ruta, sobre todo al final, cuando estemos llegando al sitio que le da nombre. Se acaban los huertos y entramos en una zona estrecha, con la
Solana De La Virgen a la izquierda, mostrando una ladera muy árida, y la
Umbría De La Virgen a la derecha, por la que discurre el
Júcar, en este caso poblada de vegetación de ribera y, más arriba, de pinos. Dejamos a la izquierda la
Cueva De La Loca, pequeña cavidad que tiene su correspondiente leyenda vecinal, y
Pozo Verde por el otro lado. Este nombre es el que recibe una visible poza, bastante profunda, en el río. Se va incrementando paulatinamente la pendiente y pronto vemos al fondo el
Molino De La Chorrera con la cascada que le da nombre a su lado.
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Río Júcar con el Molino De La Chorrera al fondo (1) |
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Cascada del Río Júcar junto al Molino De La Chorrera (2) |
Este antiguo molino harinero, situado en una finca privada, domina una depresión que el río salva mediante varios saltos, el último de los cuales es realmente espectacular. Hoy día puede accederse hasta justo debajo de la cascada a través de un pequeño sendero que está a mitad de la cuesta. Hay allí un puente de madera y una pequeña área recreativa. Ese corto camino constituye todo un aliciente, convertido como está en un paseo botánico perfecta y profusamente señalizado.
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Área recreativa cerca del Molino De La Chorrera |
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Puente sobre el Río Júcar por debajo del Molino De La Chorrera |
El molino estuvo activo hasta pasada la primera mitad del siglo pasado. También fue utilizado para la producción de electricidad. Fue el más importante de los tres que hubo activos en
Tragacete a la vera del
Júcar. El buen caudal de agua en todas las estaciones del año le permitió alcanzar un rendimiento muy elevado, motivo por el cual tuvo incluso forasteros como clientes. Veamos a continuación varias tomas de la cascada con el edificio en segundo plano:
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Cascada Del Molino De La Chorrera en el Río Júcar (1) |
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Cascada Del Molino De La Chorrera en el Río Júcar (2) |
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Cascada Del Molino De La Chorrera en el Río Júcar (3) |
Terminada la cuesta, un nuevo sendero, por la derecha una vez más, lleva hasta un magnífico mirador situado por encima de la cascada. Desde el mismo podemos observarla junto con el molino y el valle por el que hemos estado subiendo.
Tragacete no se ve desde allí. Una curiosidad local es que es un pueblo que, llegues por donde llegues, solo lo ves cuando ya lo tienes muy cerca y estas casi dentro.
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Río Júcar por encima del Molino De La Chorrera |
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El Molino De La Chorrera y su cascada sobre el Río Júcar |
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Valle del Río Júcar entre el Molino De La Chorrera y Tragacete |
Hasta el molino hemos recorrido 2,25 kilómetros. Más arriba, una vez concluida la cuesta, nos espera un paisaje dominado por una gran llanada que el recién nacido
Júcar divide en dos. Ahora ya se puede saltar de lado a lado, aunque a esta altura nunca falta el agua. Aquí recibe el arroyo que baja del
Barranco Del Osejón. Pocos metros más allá se le incorpora el que viene del
Barranco Del Hontanar. Vemos, hacia el noreste, la silueta inconfundible de la
Peña Del Fraile. Atravesamos un nuevo puente y nuestro camino sigue hasta que nos encontramos un edificio a nuestra izquierda. Es el
Albergue De San Blas, hoy adscrito a la
Red Española de Albergues Juveniles. De aquí para adelante las únicas construcciones humanas, al margen de un pequeño refugio que veremos un poco más adelante, serán de tipo pastoril, y fijándose bien porque son muy escasas. En este punto, a 2,95 kilómetros del pueblo, se acaba el asfalto.
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Albergue De San Blas y Peña Del Fraile |
Llegamos al paraje de
San Blas. Este santo, al que se tiene devoción en
Tragacete, romería incluida si el tiempo lo permite (su día se celebra en lo más crudo del invierno), sirve para bautizar a un par de topónimos. Por un lado, tenemos la caudalosa
Fuente de San Blas, pegada a nuestro camino por la derecha. La tentación de beber su fresca agua es inevitable en la época más cálida y, para muchas personas, un placer también en la más fría, siempre y cuando esté en estado líquido y no completamente congelada, cosa que no sucede siempre. Allí mismo hay una hornacina, practicada en la roca, en la que se encuentra la imagen del santo. Enfrente siempre se ha cultivado el mimbre, suponiendo su cosecha la pequeña contribución de
Tragacete a la gran producción serrana de esta materia prima (sobre el 80% de la producción nacional). Más información sobre ello hay en el artículo de PuraSierra titulado
El Río Escabas a vista de pájaro: Visión geográfica y fotográfica. Segunda parte.
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Fuente De San Blas |
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Hornacina De San Blas |
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Plantación de mimbre en San Blas a la orilla del Río Júcar |
El segundo topónimo de los indicados es
Estrecho De San Blas, por el que, de forma inmediata, vamos a circular. El río, con el cauce repleto de plantas acuáticas, va a la derecha. Si nos fijamos bien, veremos un pequeño manantial a nuestra izquierda. Brota directamente del suelo, al pie de la pared rocosa.
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Plantas acuáticas del Río Júcar en el Estrecho De San Blas |
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El Río Júcar en el Estrecho De San Blas con un pequeño refugio al fondo |
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El Río Júcar en el Estrecho De San Blas |
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Manantial a la orilla del Río Júcar en el Estrecho De San Blas |
En el kilómetro 3,75 desde nuestro punto de partida encontramos una bifurcación. Obviamente tenemos que dirigirnos en la misma dirección que el río, o sea, hacia la izquierda. El camino de la derecha tampoco tiene desperdicio porque nos llevaría, de tomarlo, hacia
La Mogorrita, el pico más alto de la provincia de
Cuenca. Por medio podríamos encontrarnos con el
Pino Del Osejón, monumental árbol que podemos ver, incluso medido, en el artículo de PuraSierra titulado
El pino laricio, primordial en la botánica serrana.
Unos metros más allá tropezamos con un pequeño problema. Resulta que, por un cortísimo tramo, el cauce del río se convierte en nuestro camino. No es grave ni siquiera en tiempos de muchas lluvias, pero conviene conocerlo. La distancia entre ambas orillas es estrecha y puede superarse la dificultad de diferentes formas sin necesidad de poner los pies en remojo. En períodos de sequía puede llegar a estar muy seco o, simplemente, sin agua. Para los que perseveren en seguir utilizando algún vehículo a motor, tampoco es una gran pega, aunque muchos desisten allí mismo y echan pie a tierra. El medio ambiente y los caminantes serranos se lo agradecemos.
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La pista es el propio cauce del Río Júcar |
A partir de aquí sucede algo que cité anteriormente. Lo habitual es que el agua del río, que ahora queda a nuestra izquierda, desaparezca. En tiempo de gran pluviosidad puede no pasar, pero esto es totalmente excepcional. Seguiremos viendo el cauce, inconfundible por sus cantos rodados, su coloración diferente a las orillas y sus otras señales habituales. Sin embargo, como por arte de magia, ya no hay agua.
Esa desaparición del líquido elemento la vamos a notar durante un trecho que será variable, en función, precisamente, de cómo estén las medidas hidrológicas en el momento en que hagamos la ruta. Lo normal es que, en mayor o menor medida, volvamos a ver correr el agua hacia el punto kilométrico 5,65 desde
Tragacete, aunque en estos últimos años parece que tiende a elevarse la cifra. Incluso se ha llegado a secar por completo, no viéndose desde aquí ni una gota, aunque ello no es lo normal.
El paseo sigue siendo muy agradable. Circulamos por un valle bastante llano. A la derecha dejaremos una pista que vemos que empieza a subir desde el principio. Lleva al
Escalerón De Pelancho y, de ahí, a la divisoria de aguas
Atlántico / Mediterráneo. Ese topónimo ya indica que no es precisamente una autopista, aunque constituye una forma, para senderistas experimentados, de acceder desde aquí a lo más alto de la cuenca del
Río Tajo.
Entrando en un bosque de pinos veremos otra pista, en este caso elevándose desde nuestra izquierda. Se dirige al
Collado De La Garrafa, lugar con impresionantes vistas sobre todo el valle de
Tragacete. A su derecha, ya muy cercano, se vislumbra lo más alto del
Cerro De San Felipe. Tanto la subida al collado como la posterior al cerro son bastante más duras que las realizadas por el camino que nos conduce hasta aquí.
En la subida al
Collado De La Garrafa, en la parte izquierda de la senda, ya muy arriba, hay un par de pequeños manantiales de los que brota agua casi todo el año. No he querido citarlos como posible nacimiento del río para no complicar más el artículo y porque los pequeños regatos que forman acaban filtrándose en la tierra sin dejar rastro en forma de cauce que llegue hasta abajo.
El
Cerro De San Felipe, con sus 1839 metros sobre el nivel del mar, culmina esta zona serrana. El mismo santo da nombre a la
Muela De San Felipe, extensa planicie que ocupa más de 1500 hectáreas, todas situadas por encima de los 1550 metros de altura. La pluviosidad de esta superficie es de las mayores de toda la zona PuraSierra, estando su media por encima del metro de agua anual. La recogida en la zona de captación se infiltra en las profundidades de la muela y, recorriendo canales subterráneos, va a aflorar al exterior en determinadas surgencias, la más caudalosa de las cuales es el denominado
Nacimiento Del Río Cuervo, al cual se refirió PuraSierra en el artículo titulado
El Río Cuervo: Una visión geográfica y fotográfica.
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Cima del Cerro De San Felipe |
A 250 metros escasos de esta última pista nos encontramos el fin de la ruta para los que lleven vehículos a motor. Después de 5,95 kilómetros desde
Tragacete, hemos llegado al
Estrecho Del Infierno, precioso topónimo del que desconozco su origen. Antaño era un lugar mítico para muchos conductores de 4x4. Los había que se atrevían a desafiarlo e intentaban cruzarlo con sus todoterrenos. Algunos lo conseguían y otros pagaban un alto tributo en forma de golpes, cubiertas y averías. Hoy está completamente prohibido, pero aún pueden verse señales de muchas salvajadas hechas ya hace años. Es también un lugar que a muchos serranos les evoca leyendas y algunas historias no lejanas en el tiempo. Fue línea de frente durante la última guerra civil y sitio de paso casi obligado para desertores y fugados. Después de acabada la contienda toda esta zona no fue ajena a las andanzas del
maquis.
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El Estrecho Del Infierno visto desde arriba |
El estrecho es un lugar en el que el incipiente río se encajona, dejando un angosto paso en el que tienen que convivir río y caminantes. Normalmente siempre lleva algo de agua. Allí mismo, además, los mejores observadores pueden encontrar afloramientos justo bajo sus pies. No mide ni siquiera 200 metros de longitud e incluye un pequeño tramo, por medio, de campo bastante abierto. Las dos primeras fotografías de la siguiente secuencia están tomadas respectivamente en épocas de sequía y de precipitaciones:
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El Estrecho Del Infierno en época de sequía |
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El Estrecho Del Infierno en época de precipitaciones |
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Salida del Estrecho Del Infierno |
Pasado el
Estrecho Del Infierno encontraremos un paraje de ensueño con prados de alta montaña, salpicados de bosquecillos de
pino albar. El camino deja de estar tan claramente marcado como hasta llegar al mismo, aunque puede seguirse. Se ven dos cauces que se unen. El más grande baja de nuestra izquierda, y por allí va el camino. Realmente, por este lado, estamos al final de la
Cañada De Las Pegueras, cuna oficial y tradicional del
Júcar por mediación de los
Ojuelos de Valdeminguete, manantiales diversos y estacionales que surgen más arriba (recuérdese que es el punto
1 de nuestro mapa). Buscarlos es complicado porque, como ya he comentado, muchas veces están secos. Es más, lo fácil es que presenten ese estado, sobre todo los más elevados. La mejor época para intentar su localización es, en principio, el final del invierno y la primera mitad de la primavera. El más lejano que yo he encontrado alguna vez está a unos 1200 metros del final del estrecho, algo alejado del camino, y muy próximo ya a la citada divisoria de aguas.
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Parte final de la Cañada De Las Pegueras |
En todo caso, para quien vaya por ese lado, el paseo es espléndido, aunque el terreno se inclina bastante más que el recorrido hasta aquí. Esta cañada concluye (dado que vamos en sentido contrario, tal vez sería mejor decir que comienza) en la divisoria, unos metros antes de alcanzar el
Tormo De Cañaveras, la
Pista Forestal De Veguillas De Tajo (o
Carril De Rilaga) y su cruce con el sendero que baja hacia la
Era Empedrada, a la orilla del gran
Río Tajo, aquí todavía recién nacido. Desde
Tragacete hasta esta encrucijada la distancia es de 7,80 kilómetros.
La otra alternativa es más suave y, si se trata de llegar al nacimiento de un río, yo creo que mucho más efectiva. El cauce que se incorpora bajando por la derecha, aunque claramente más pequeño que el anterior, no es, ni mucho menos, tan estacional. De hecho, lo normal, incluso al final del verano y el principio del otoño, es que lleve agua, todo lo contrario que el otro. Quiere decirse que su origen es, prácticamente, de tipo permanente. Pues bien, vamos a remontarlo para ver si podemos localizarlo.
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Arroyo permanente más lejano del Estrecho Del Infierno |
Solo hay que seguir el arroyuelo. No hay que andar mucho, ni siquiera medio kilómetro por un terreno en el que cada paso es una delicia. Exactamente a 440 metros desde el punto en el que acaba, encontraremos un precioso manantial. No está bajo ninguna roca ni presenta ningún desnivel importante que haga que el agua se precipite en mayor o menor medida. Es simplemente una surgencia en la tierra, no más grande que un charco. Nadie lo ha canalizado ni se ha levantado ninguna fuente. Sigue estando como lo ha estado siempre, en estado completamente natural y puro. Antaño los pastores de la zona, en la época cálida del año, clavaban un palo a modo se señal y en la punta del mismo colgaban algún tipo de recipiente para beber. Hoy ni eso es fácil de ver.
Aparte de que se hace obvio que el arroyuelo se inicia allí, hay una prueba clara de que es un manantial de aguas diáfanas. Son las pequeñas burbujas que escalan hasta la superficie las que delatan los borbotones que dan origen a este humilde nacimiento, si es que lo es, del
Río Júcar. Tan humilde que, hasta donde yo sé, no tiene ni nombre o, al menos, no he sabido dar con él. El barranquillo en el que está, en su parte más elevada, se bautizó como
Vallejo De La Hoya. Podría ser, entonces, el
Manantial Del Vallejo De La Hoya. Tal vez algún experto conocedor de aquellos parajes podría aportar mejor información al respecto.
Por supuesto, el manantial es el que está indicado en el mapa inicial con el punto
3. Como ya expresé anteriormente, y como hemos comprobado en esta excursión virtual, no está tan lejos como los
Ojuelos de Valdeminguete, pero su caudal es de carácter permanente.
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Fuente permanente más lejana del Estrecho Del Infierno y posible nacimiento del Río Júcar (1) |
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Fuente permanente más lejana del Estrecho Del Infierno y posible nacimiento del Río Júcar (2) |
La fotografía de cabecera de este artículo está realizada desde muy cerca de este manantial. La misma reproduce el vallejo que recorre el arroyuelo y, más o menos centrado en el fondo, se observa el
Cerro De San Felipe en una perspectiva poco habitual para las imágenes que suelen verse de esta montaña.
Hasta aquí hemos llegado con el reportaje. Seguramente es bastante denso, pero quería plantear la discusión geográfica sobre su nacimiento a la vez que mostrar las maravillas por las que circula en sus primeros kilómetros, si consideramos este como el tradicional, oficial o académico. Lo complementaré más adelante con otros que mostrarán también los distintos recorridos alternativos y, muy en particular, la joya serrana que representa el
Arroyo Del Almagrero y su entorno.
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El Río Júcar despeñándose en la Cascada Del Molino De La Chorrera |
¡¡¡Vaya trabajo!!! Te lo has currado y me has ofrecido dos horas de gozo inolvidables. Mi humilde Enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias por leerlo a fondo. Comprendo que tiene su profundidad si te metes a analizar bien el tema, pero es la manera de proponerlo con todo el rigor posible. Lo cierto es que existen varias alternativas, según las consideraciones que queramos hacer, para responder a la pregunta que da título al artículo.
EliminarEl artículo está pensado para alguien como tú, buen conocedor de la zona, pero también para el que simplemente quiere conocer, con más detalles de los que ofrece un folleto turístico, los orígenes de nuestro río.
Encomiable trabajo. Muchas gracias por exponerlo.
ResponderEliminarImpresionante documento. Buen trabajo. Mi enhorabuena mas sincera. Un 10
ResponderEliminarMuy muy interesante
ResponderEliminarExcelente trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por esos comentarios. Sigo trabajando en el análisis de los problemas geográficos de estas queridas tierras. Afortunadamente, tenemos todavía bastantes.
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