No ha sido fácil titular este artículo. Puestos a hablar sobre los seis animales que se citan en el mismo, el primer planteamiento es cómo definirlos sin necesidad de citarlos todos y así hacer un encabezamiento más corto. Ninguna de las opciones barajadas nos ha convencido totalmente, motivo por el cual aparece la lista completa y, por lo tanto, no hay error posible.
No cabe duda de que todos esos animales comparten muchas características. Por ejemplo, todos viven libremente en nuestras Sierras, son muy conocidos por sus habitantes, están perfectamente integrados en el medio natural, son mamíferos y son codiciados, aunque con diferentes objetivos, por ciertos fotógrafos y miles de cazadores. Sin embargo estas no les hacen únicos. Hay otros animales que también las cumplen, como por ejemplo el zorro, tratado por PuraSierra en el artículo Toponimia: El zorro, ese gran conocido. Incluso serían discutibles los casos del oso o el lobo, respectivamente descritos en Las huellas del oso en nuestra toponimia. El Hosquillo y los osos serranos y El lobo: Historia, toponimia y su previsto retorno.
Hay también aspectos que los separan. Ciervo, gamo y corzo comparten la misma familia zoológica, pero muflón, jabalí y cabra montés pertenecen a otras. El jabalí es culpable de que no todos sean estrictamente vegetarianos. Algunos no han estado siempre presentes en la zona PuraSierra (por ejemplo, el gamo se introdujo hace siglos y el muflón hace solo unas décadas). Así podríamos seguir enumerando muchas más diferencias entre ellos.
Posiblemente el lenguaje de la caza es el que más puede acercarse a dar una definición exacta para estos animales en esta zona concreta. En concreto, la expresión caza mayor podría agruparlos con un cierto grado de éxito. Corresponde, según el Diccionario de la lengua española, a la caza de jabalíes, lobos, ciervos u otros animales semejantes. Es demasiado ambiguo, en nuestra opinión. Otra fuente autorizada, como la Federación Española de Caza, no parece que lo mejore mucho. En la información que ofrece en Internet no hemos sido capaces de encontrar una explicación aunque la expresión es muy fácil de localizar en la misma. Es comúnmente aceptado, por otro lado, que la caza mayor incluye las especies de animales grandes, sin más distinción. Se encuentran referencias que hablan de que grande es cualquier animal de más envergadura que un zorro común.
Aceptando lo dicho, y no considerando a oso y lobo como animales que actualmente puedan cazarse en nuestra zona, nos encontramos con que en la misma las especies cinegéticas más grandes que un zorro común son justamente las seis citadas en el título. Además, a diferencia de otras áreas geográficas, en la nuestra no hay más especies que cumplan esta característica. Por lo tanto, y aquí queríamos llegar, podríamos habernos referido en el título a las especies de animales correspondientes a la caza mayor en la zona PuraSierra.
Hemos realizado esta breve discusión inicial para introducir un tema que de forma recurrente genera cierta polémica. Generalmente, aunque no siempre, los bandos que se implican en la misma son los cazadores y los detractores de la caza. De lo que no cabe duda, y este es uno de los objetivos principales de este artículo, es de que, en mayor o menor medida, estas especies han dejado su huella en la toponimia de estas tierras. Las que han estado siempre aquí lo han hecho debido precisamente a su existencia, abundancia y relativa importancia en la vida serrana, y las demás, introducidas ante todo para la realización de la actividad cinegética, aunque en mucha menor medida también han contribuido a nombrar algunos parajes.
Hay también aspectos que los separan. Ciervo, gamo y corzo comparten la misma familia zoológica, pero muflón, jabalí y cabra montés pertenecen a otras. El jabalí es culpable de que no todos sean estrictamente vegetarianos. Algunos no han estado siempre presentes en la zona PuraSierra (por ejemplo, el gamo se introdujo hace siglos y el muflón hace solo unas décadas). Así podríamos seguir enumerando muchas más diferencias entre ellos.
Posiblemente el lenguaje de la caza es el que más puede acercarse a dar una definición exacta para estos animales en esta zona concreta. En concreto, la expresión caza mayor podría agruparlos con un cierto grado de éxito. Corresponde, según el Diccionario de la lengua española, a la caza de jabalíes, lobos, ciervos u otros animales semejantes. Es demasiado ambiguo, en nuestra opinión. Otra fuente autorizada, como la Federación Española de Caza, no parece que lo mejore mucho. En la información que ofrece en Internet no hemos sido capaces de encontrar una explicación aunque la expresión es muy fácil de localizar en la misma. Es comúnmente aceptado, por otro lado, que la caza mayor incluye las especies de animales grandes, sin más distinción. Se encuentran referencias que hablan de que grande es cualquier animal de más envergadura que un zorro común.
Aceptando lo dicho, y no considerando a oso y lobo como animales que actualmente puedan cazarse en nuestra zona, nos encontramos con que en la misma las especies cinegéticas más grandes que un zorro común son justamente las seis citadas en el título. Además, a diferencia de otras áreas geográficas, en la nuestra no hay más especies que cumplan esta característica. Por lo tanto, y aquí queríamos llegar, podríamos habernos referido en el título a las especies de animales correspondientes a la caza mayor en la zona PuraSierra.
Hemos realizado esta breve discusión inicial para introducir un tema que de forma recurrente genera cierta polémica. Generalmente, aunque no siempre, los bandos que se implican en la misma son los cazadores y los detractores de la caza. De lo que no cabe duda, y este es uno de los objetivos principales de este artículo, es de que, en mayor o menor medida, estas especies han dejado su huella en la toponimia de estas tierras. Las que han estado siempre aquí lo han hecho debido precisamente a su existencia, abundancia y relativa importancia en la vida serrana, y las demás, introducidas ante todo para la realización de la actividad cinegética, aunque en mucha menor medida también han contribuido a nombrar algunos parajes.
En los tiempos de Alfonso XI de Castilla de Castilla, firmante del Libro de la montería que mando escrevir el muy poderoso Rey Don Alonso de Castilla y de Leon, vltimo de este nombre (el cual define los sitios de caza y las especies favorables en cada uno de los mismos, incluyendo citas sobre muchos de nuestra zona), la caza estaba reservada a nobles y reyes. Muchos derechos han conseguido los cazadores desde entonces, dado que ahora la actividad cinegética está abierta, aunque con extensas regulaciones, prácticamente a cualquiera que tenga interés en la misma. Los económicamente poderosos, eso sí, siguen teniéndolo más fácil y abatiendo las mejores piezas.
Estructuraremos el resto del artículo en dos partes. Primero veremos la toponimia asociada a estos animales en la zona PuraSierra y después introduciremos cada uno de ellos, como siempre con rigor pero sin ánimo puramente científico, citando su características principales y mostrando algunas fotografías que permitan su reconocimiento. En esta ocasión muchas de esas imágenes han sido captadas por el objetivo privilegiado de Miguel Ángel Durán, fotógrafo serrano especializado en naturaleza.
Veamos entonces los topónimos generados por las seis especies citadas. Por cada uno se incluye su nombre (o nombres), el municipio o municipios en que se ubica y, de ser de interés, algún comentario adicional:
Utilizaremos ahora el visor de Google Earth para ver la ubicación exacta de todos los topónimos enumerados. Pulsando aquí se abrirá en ventana aparte.
Como puede observarse, no todos los animales provocan la misma carga toponímica en nuestras Sierras. Hemos efectuado el recorrido por todos ellos, desde el ciervo, del que derivan los nombres de un buen número de parajes, hasta la cabra montés, no presente como tal en ninguno.
Veamos ahora las generalidades de cada uno de estos animales y su galería fotográfica:
Los ciervos machos presentan cuernas que renuevan cada año en primavera (este hecho se llama desmogue) y desarrollan a lo largo del verano. Viven en solitario o en grupos reducidos. Las hembras jamás tienen cuernas y viven en manadas entre ellas y con los ejemplares más jóvenes. El acercamiento de los machos sucede en la época de celo, llamada berrea, la cual se produce al final del verano y al principio del otoño. Es entonces cuando los machos berrean, emitiendo potentes sonidos guturales para citar o hacer huir a sus rivales y atraer a las hembras. Suceden entonces las luchas rituales por el control de los grupos de estas.
El ciervo siempre ha estado en nuestras Sierras. Prueba de ello son los 29 topónimos que relacionados con su nombre hemos encontrado en nuestra base de datos geo-referenciada. De ellos 13 provienen de cierva, 8 de ciervo, 7 de cerviñuelo y uno de venado. Destacables son la población y municipio conquense de La Cierva y todos los relacionados con El Cerviñuelo, emblemático enclave forestal de la misma provincia.
Estructuraremos el resto del artículo en dos partes. Primero veremos la toponimia asociada a estos animales en la zona PuraSierra y después introduciremos cada uno de ellos, como siempre con rigor pero sin ánimo puramente científico, citando su características principales y mostrando algunas fotografías que permitan su reconocimiento. En esta ocasión muchas de esas imágenes han sido captadas por el objetivo privilegiado de Miguel Ángel Durán, fotógrafo serrano especializado en naturaleza.
Veamos entonces los topónimos generados por las seis especies citadas. Por cada uno se incluye su nombre (o nombres), el municipio o municipios en que se ubica y, de ser de interés, algún comentario adicional:
Topónimo
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Municipio / Comentario
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CIERVO
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Área Recreativa De La Fuente De La Cierva
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Santa María Del Val
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Arroyo Del Barranco De La Cierva
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Checa
Longitud: 1,19 kms.
Tributario del Arroyo Del
Barranco De Cerro Bajero, afluente este del Arroyo Del Collado De La Nava, el
cual desemboca en el Río Tajo
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Arroyo Del Barranco De La Fuente De La Cierva
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Cuenca
Longitud: 0,74 kms.
Tributario del Arroyo Del Barranco De La
Molatilla, afluente este del Arroyo Del Obriguillo, el cual desemboca en el
Río Escabas
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Arroyo Del Vallejo De Los Ciervos
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Cuenca
Longitud: 0,16 kms.
Tributario del Arroyo Del
Vallejo Del Collado De Periquillo, el cual desemboca en el Río Júcar
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Arroyo Del Vallejo Del Cerviñuelo
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Cuenca
Longitud: 0,89 kms.
Tributario del Arroyo De La Tía Perra, afluente este del Arroyo Del Obriguillo, el cual desemboca en el Río Escabas
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Barranco De La Cierva
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Checa
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Barranco De La Fuente De La Cierva
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Cuenca
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Barranco De La Fuente De La Cierva
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Carrascosa De La Sierra y Beteta
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Barranco De Prado Ciervo
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Cuenca y La Cierva
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Casa Forestal Del Cerviñuelo
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Cuenca
Hoy convertida en un Albergue (con alojamiento y Centro de
Actividades Ambientales)
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El Cerviñuelo
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Cuenca
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Fuente De La Cierva
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Santa María Del Val
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Fuente De La Cierva
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Cuenca
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Fuente De La Cierva
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Arcos De La Sierra
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Fuente De La Cierva
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Carrascosa De La Sierra
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Fuente De La Cierva (Con Depósito)
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Cuenca
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Huertos Del Cerviñuelo (1/2)
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Cuenca
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Huertos Del Cerviñuelo (2/2)
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Cuenca
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La Cierva
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La Cierva
Población
conquense
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Prado Ciervo
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Cuenca
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Prado Ciervo Y Tierra Muerta (MUP 118)
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Cuenca
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Puntal Del Cerviñuelo
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Cuenca
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Rambla De Prado Ciervo
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Cuenca y La Cierva
Longitud: 10,90 kms.
Tributaria de la Rambla Del Mogo, afluente este de la Rambla Seca, la cual desemboca en el Río Guadazaón
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Salto Del Ciervo
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Alcantud
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Salto Del Ciervo
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Priego
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Umbría Del Venado
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Tejadillos
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Vallejo De Los Ciervos
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Cuenca
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Vallejo Del Cerviñuelo
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Cuenca
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Vereda De La Fuente De Pérez A La Fuente De La
Cierva
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Beteta y Carrascosa De La Sierra
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GAMO
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Arroyo Del Vallejo Del Gamo
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Cuenca
Longitud: 0,94 kms.
Tributario del Arroyo De La Cañada De Los
Periquetes, afluente este del Arroyo Del Chispo, el cual desemboca en el Río
Tajo
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Fuente Del Gamo
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Cuenca
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Umbría De La Fuente Del Gamo
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Cuenca
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Vallejo Del Gamo
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Cuenca
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CORZO
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Arroyo Del Barranco De La Gatera De Los Corzos
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Cuenca
Longitud: 1,11 kms.
Afluente del Río Escabas
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Arroyo Del Barranco De Los Corzos
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Alcantud
Longitud: 2,67 kms.
Afluente del Río Guadiela
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Arroyo Del Barranco Del Corzo
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Priego
Longitud: 1,10 kms.
Tributario de la Acequia
Cañadillas, la cual desemboca en el Río Escabas
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Arroyo Del Vallejo De Los Corzos
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Cuenca
Longitud: 0,31 kms.
Afluente del Río Escabas
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Barranco De La Gatera De Los Corzos
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Cuenca
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Barranco De Los Corzos
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Alcantud
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Barranco Del Corzo
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Priego
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Callejón De Los Corzos
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Beteta
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Casa De Los Corzos (Pajar Del Corzo)
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Cuenca
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Cerro Corzo
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Griegos
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Covacho Del Corzo
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Cuenca
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El Corzo
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Albarracín
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Loma Del Corzo
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Priego
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Los Corzos
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Tragacete
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Los Corzos
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Cuenca
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Pajares De Los Corzos
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Cuenca
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Poyal De Los Corzos
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Beteta
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Poyal De Los Corzos
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Peralejos De Las Truchas
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Puntal Del Corzo
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Albarracín
|
Puntal Del Corzo
|
Albarracín
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Rincón De Los Corzos
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Cuenca
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Vallejo De Los Corzos
|
Cuenca
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MUFLÓN
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Cueva Del Muflón
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Las Majadas
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JABALÍ
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Alto De La Hoya Del Puerco
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Huélamo y Valdemeca
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Arroyo Del Puerco
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Santa María Del Val
Longitud: 8,19 kms.
Afluente del Río Cuervo
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Arroyo Del Vallejo De La Hoya Del Puerco
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Huélamo y Valdemeca
Longitud: 0,70 kms.
Tributario del Arroyo Del Barranco De La Cerrada,
afluente este del Río De Valdemeca, el cual desemboca en el Río Júcar
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Barranco Del Puerco
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Santa María Del Val
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Collado Del Bañadero De Los Jabalíes (Bañadero De
Los Gorrinos)
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Cuenca
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Fuente De La Hoya Del Puerco
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Huélamo
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Fuente Del Puerco
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Portilla
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Hoya Del Puerco
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Huélamo y Valdemeca
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Las Puercas
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Poyatos
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Los Jabalíes
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Poyatos
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Poza De Las Puercas (Río Escabas)
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Cuenca
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Vallejo De La Hoya Del Puerco
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Huélamo y Valdemeca
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Utilizaremos ahora el visor de Google Earth para ver la ubicación exacta de todos los topónimos enumerados. Pulsando aquí se abrirá en ventana aparte.
Como puede observarse, no todos los animales provocan la misma carga toponímica en nuestras Sierras. Hemos efectuado el recorrido por todos ellos, desde el ciervo, del que derivan los nombres de un buen número de parajes, hasta la cabra montés, no presente como tal en ninguno.
Veamos ahora las generalidades de cada uno de estos animales y su galería fotográfica:
También conocido como venado, el ciervo pertenece a la familia de los cérvidos, mamíferos rumiantes de tamaño muy variable. Los grandes machos pueden llegar a medir dos metros y medio y pesar más de doscientos kilos.
Los ciervos machos presentan cuernas que renuevan cada año en primavera (este hecho se llama desmogue) y desarrollan a lo largo del verano. Viven en solitario o en grupos reducidos. Las hembras jamás tienen cuernas y viven en manadas entre ellas y con los ejemplares más jóvenes. El acercamiento de los machos sucede en la época de celo, llamada berrea, la cual se produce al final del verano y al principio del otoño. Es entonces cuando los machos berrean, emitiendo potentes sonidos guturales para citar o hacer huir a sus rivales y atraer a las hembras. Suceden entonces las luchas rituales por el control de los grupos de estas.
El ciervo siempre ha estado en nuestras Sierras. Prueba de ello son los 29 topónimos que relacionados con su nombre hemos encontrado en nuestra base de datos geo-referenciada. De ellos 13 provienen de cierva, 8 de ciervo, 7 de cerviñuelo y uno de venado. Destacables son la población y municipio conquense de La Cierva y todos los relacionados con El Cerviñuelo, emblemático enclave forestal de la misma provincia.
El gamo es otro cérvido, pariente zoológico del ciervo. Es de menor tamaño y también rumiante. En primavera y verano desarrolla un manto de pelo pardo salpicado de motas blancas. Es fácilmente distinguible de otros cérvidos por el característico enmarcado de su zona anal, la cual es blanca y está rodeada por dos franjas negras en forma de corazón vertical partido en dos por la cola, cuyo dorso también es negro.
En lugar de la cornamenta del ciervo, los gamos machos adultos desarrollan un asta (o cuerna) palmeada, la cual también cambian cada año. El desmogue sucede hacia el principio de la primavera. Avanzado el otoño, más o menos cuando finaliza la berrea del ciervo, comienza el ciclo reproductor del gamo, Lo hace con la ronca, muy similar a la berrea. Aunque el sonido que emiten los machos es diferente, su finalidad es exactamente la misma.
El gamo no es originario de nuestras Sierras o, si lo fue, se extinguió en la última glaciación. Hace siglos que se introdujo en las mismas con fines cinegéticos. Seguramente esto explica que solamente hayamos encontrado cuatro topónimos relacionados con su nombre.
En lugar de la cornamenta del ciervo, los gamos machos adultos desarrollan un asta (o cuerna) palmeada, la cual también cambian cada año. El desmogue sucede hacia el principio de la primavera. Avanzado el otoño, más o menos cuando finaliza la berrea del ciervo, comienza el ciclo reproductor del gamo, Lo hace con la ronca, muy similar a la berrea. Aunque el sonido que emiten los machos es diferente, su finalidad es exactamente la misma.
El gamo no es originario de nuestras Sierras o, si lo fue, se extinguió en la última glaciación. Hace siglos que se introdujo en las mismas con fines cinegéticos. Seguramente esto explica que solamente hayamos encontrado cuatro topónimos relacionados con su nombre.
Muy diferente en casi todo al ciervo y al gamo, el corzo pertenece también a los cérvidos. Es la especie más pequeña de Europa entre las pertenecientes a esta familia zoológica. Sus mayores ejemplares pueden medir hasta ochenta centímetros y pesar más de treinta kilos.
El corzo (la fotografía inicial del artículo corresponde a un ejemplar) posee una gran capacidad de adaptación, pudiendo subsistir en bosques cerrados y en superficies desarboladas. Puede pastar sin ningún problema pero prefiere ramonear, lo cual de da una gran ventaja frente a otros cérvidos. Es una especie solitaria, aunque en ocasiones, si su supervivencia está amenazada, normalmente en invierno, varios ejemplares pueden temporalmente unirse.
Los machos son muy territoriales entre primavera y la época de celo, la cual abarca prácticamente todo el verano. Cada territorio incluye una o varias hembras. En ese tiempo la agresividad contra otros machos es enorme, existiendo a veces luchas con resultado de muerte de alguno de los contendientes. Las cuernas que desarrollan tienen normalmente tres puntas. El desmogue sucede en el otoño.
Las hembras de corzo alcanzan la madurez sexual con un año de vida. Desde entonces pueden reproducirse y lo hacen hasta el final de su vida, con independencia de su edad. Las crías se llaman corcinos.
El corzo siempre ha sido una especie común en la zona PuraSierra y siempre ha tenido grandes vaivenes en su demografía. Es una especie frágil que sufre mucho ante la existencia de muchos depredadores, inviernos muy crudos o gran acción cinegética.
Existen 22 topónimos en nuestra base de datos que provienen, todos ellos, directamente de la palabra corzo (sin derivados como femenino, diminutivo, etc.), hecho que atestigua su raigambre en la zona. Vamos a referirnos en los próximos párrafos al más curioso de todos ellos.
En la Cañada Del Mostajo, lugar muy aislado enclavado en pleno monte y lejos de cualquier población, existía (hoy solo quedan algunas ruinas) una casa llamada Casa De Los Corzos (o Pajar Del Corzo). En la década de los años cuarenta del pasado siglo allí habitaba el Tío Matías y su mujer, viuda con la que se había casado con intención de aliviar la soledad del lugar, la cual tenía una hija adolescente. La soledad disminuyó de forma importante desde el momento en que el Tío Matías dejó embarazadas a ambas. A lo que aconteció se refiere Vicente Romero-Tosca en el artículo Las últimas Casas publicado en el número 13 (del año 2010) de la revista Rehalda, editada por el Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín (CECAL).
La misma casa, y con sus mismos habitantes, fue escenario de ciertos trágicos episodios relacionados con guerrilleros maquis. Estos hechos son magníficamente relatados en el artículo El guerrillero desconocido (1945, un maqui en la cárcel de Cuenca), publicado el 1 de enero de 2012 en la revista digital Entremontes por Salvador F. Cava. Se refieren a la llegada a la casa de los guerrilleros, el ataque sobre la misma con resultado de dos muertos, la huida de otros, la detención y puesta en libertad del Tío Matías y algunos episodios más.
El muflón es una especie zoológicamente perteneciente a la familia de los caprinos. Sus ejemplares, en particular las crías y las hembras, se parecen más a la oveja que a la cabra doméstica. Los machos pueden llegar a medir 150 centímetros y sobrepasar los 40 kilogramos de peso, Las hembras son más pequeñas.
El corzo (la fotografía inicial del artículo corresponde a un ejemplar) posee una gran capacidad de adaptación, pudiendo subsistir en bosques cerrados y en superficies desarboladas. Puede pastar sin ningún problema pero prefiere ramonear, lo cual de da una gran ventaja frente a otros cérvidos. Es una especie solitaria, aunque en ocasiones, si su supervivencia está amenazada, normalmente en invierno, varios ejemplares pueden temporalmente unirse.
Los machos son muy territoriales entre primavera y la época de celo, la cual abarca prácticamente todo el verano. Cada territorio incluye una o varias hembras. En ese tiempo la agresividad contra otros machos es enorme, existiendo a veces luchas con resultado de muerte de alguno de los contendientes. Las cuernas que desarrollan tienen normalmente tres puntas. El desmogue sucede en el otoño.
Las hembras de corzo alcanzan la madurez sexual con un año de vida. Desde entonces pueden reproducirse y lo hacen hasta el final de su vida, con independencia de su edad. Las crías se llaman corcinos.
El corzo siempre ha sido una especie común en la zona PuraSierra y siempre ha tenido grandes vaivenes en su demografía. Es una especie frágil que sufre mucho ante la existencia de muchos depredadores, inviernos muy crudos o gran acción cinegética.
Existen 22 topónimos en nuestra base de datos que provienen, todos ellos, directamente de la palabra corzo (sin derivados como femenino, diminutivo, etc.), hecho que atestigua su raigambre en la zona. Vamos a referirnos en los próximos párrafos al más curioso de todos ellos.
En la Cañada Del Mostajo, lugar muy aislado enclavado en pleno monte y lejos de cualquier población, existía (hoy solo quedan algunas ruinas) una casa llamada Casa De Los Corzos (o Pajar Del Corzo). En la década de los años cuarenta del pasado siglo allí habitaba el Tío Matías y su mujer, viuda con la que se había casado con intención de aliviar la soledad del lugar, la cual tenía una hija adolescente. La soledad disminuyó de forma importante desde el momento en que el Tío Matías dejó embarazadas a ambas. A lo que aconteció se refiere Vicente Romero-Tosca en el artículo Las últimas Casas publicado en el número 13 (del año 2010) de la revista Rehalda, editada por el Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín (CECAL).
La misma casa, y con sus mismos habitantes, fue escenario de ciertos trágicos episodios relacionados con guerrilleros maquis. Estos hechos son magníficamente relatados en el artículo El guerrillero desconocido (1945, un maqui en la cárcel de Cuenca), publicado el 1 de enero de 2012 en la revista digital Entremontes por Salvador F. Cava. Se refieren a la llegada a la casa de los guerrilleros, el ataque sobre la misma con resultado de dos muertos, la huida de otros, la detención y puesta en libertad del Tío Matías y algunos episodios más.
El muflón es una especie zoológicamente perteneciente a la familia de los caprinos. Sus ejemplares, en particular las crías y las hembras, se parecen más a la oveja que a la cabra doméstica. Los machos pueden llegar a medir 150 centímetros y sobrepasar los 40 kilogramos de peso, Las hembras son más pequeñas.
Tanto machos como hembras tienen cuernos. En el caso de ellas, son muy pequeños. Ellos, por el contrario, los desarrollan de forma parecida a los del carnero común, curvándose hacia atrás hasta casi cerrar un círculo y creciendo según lo hace el animal.
Es una especie gregaria que requiere terrenos accidentados de montaña. Muy social, las hembras forman rebaños a los que en la época de celo, entre octubre y diciembre, se incorpora un macho tras medir sus fuerzas, entrechocando sus cornamentas, con otros pretendientes.
El muflón se extinguió en toda Europa hace miles de años. Únicamente quedaron ejemplares en Córcega, Cerdeña y Chipre. Es en los últimos siglos cuando ha sido reintroducido en sus antiguos dominios. En nuestra zona se hizo, con fines cinegéticos, en la década de los sesenta del pasado siglo.
A pesar de la escasa tradición de este animal en nuestra zona, existe un topónimo derivado de su nombre. Se trata de una cueva de la que desconocemos su fecha de bautizo. No figura en los mapas del Instituto Geográfico y Catastral a escala 1:50000 editados en los años cincuenta pero si lo hace en los de escala 1:25000 impresos a partir de los noventa.
Perteneciente a la familia de los suidos, el jabalí (a veces llamado puerco) es un mamífero muy abundante y la especie de caza mayor más abatida en nuestro país. Emparentado con el cerdo, es posiblemente el animal que menos presentación requiere de los seis de los que hablamos en este artículo.
Los machos adultos pueden superar los cien kilos de peso, mientras que las hembras difícilmente pasan de los setenta. Tiene una visión bastante defectuosa, compensada con un agudo oído y un finísimo olfato, con el cual detecta parte su alimento (por ejemplo hongos, animales y vegetales enterrados) y también a sus enemigos.
Dada su tradición en nuestra zona, y en otras muchas, existe todo un vocabulario asociado al jabalí. A modo de ejemplo nombraremos a la jabalina, correspondiente a la hembra de la especie, el jabato o rayón (por tener rayas longitudinales a lo largo del cuerpo), cría del jabalí, el macareno, individuo viejo o el escudero, macho joven que acompaña a este.
El jabalí es sedentario durante el día, buscando el cobijo de la espesura. Por la noche, en cambio, recorre grandes distancias al trote o a paso ligero. De todos es conocido que, en un momento dado, puede correr al galope llevándose por medio lo que se le interponga. Sin embargo, ese tipo de carrera no puede mantenerla mucho tiempo.
Su período de celo acontece entre el final del otoño y el principio del invierno. El macho entonces busca una piara (manada), expulsa a los jóvenes de su mismo sexo, lucha si es necesario con sus posibles rivales y, finalmente, cubre a las hembras. Estas no suelen ser más de cuatro.
A pesar de que siempre ha sido cazado en estas tierras, el jabalí no es el animal de los que hoy tratamos que más nombres aporta a la toponimia serrana. El ciervo y el corzo lo hacen con más abundancia. Aún así son doce los que hemos señalado en la lista que más arriba proporcionamos. La mayoría de ellos derivan de la palabra puerco, aunque otros lo hacen de jabalí o gorrino.
La cabra montés es una especie que pertenece a la familia zoológica de los caprinos. Un macho adulto puede llegar a medir 150 centímetros y sobrepasar un peso de 120 kilogramos. La hembra no supera ni los 120 centímetros ni los 60 kilogramos.
Es una especie social que constituye manadas con muchas hembras y crías. Los machos adultos luchan por el control de las hembras a finales del otoño. Para ello entrechocan sus grandes cuernos, los cuales son muchísimo más grandes que los de las hembras.
Sus individuos pueden pastar y también ramonear. Siempre buscan terrenos montañosos abruptos y son activos día y noche, con preferencia por las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde.
Nunca ha sido una especie fácil de observar en nuestras Sierras. Es en estos últimos años cuando sus ejemplares se dejan ver con más frecuencia. No obstante, siguen sin ser muy numerosos.
Existen numerosos topónimos en nuestra zona derivados de la palabra cabra. Sin embargo debemos relacionar todos ellos con la cabra doméstica y no con la montés, de escasísima tradición serrana (por eso no aparece ninguno en la lista). Hablaremos de ellos en un futuro artículo referido a este tipo de animales.
Es una especie gregaria que requiere terrenos accidentados de montaña. Muy social, las hembras forman rebaños a los que en la época de celo, entre octubre y diciembre, se incorpora un macho tras medir sus fuerzas, entrechocando sus cornamentas, con otros pretendientes.
El muflón se extinguió en toda Europa hace miles de años. Únicamente quedaron ejemplares en Córcega, Cerdeña y Chipre. Es en los últimos siglos cuando ha sido reintroducido en sus antiguos dominios. En nuestra zona se hizo, con fines cinegéticos, en la década de los sesenta del pasado siglo.
A pesar de la escasa tradición de este animal en nuestra zona, existe un topónimo derivado de su nombre. Se trata de una cueva de la que desconocemos su fecha de bautizo. No figura en los mapas del Instituto Geográfico y Catastral a escala 1:50000 editados en los años cincuenta pero si lo hace en los de escala 1:25000 impresos a partir de los noventa.
5. Jabalí (Sus scrofa)
Perteneciente a la familia de los suidos, el jabalí (a veces llamado puerco) es un mamífero muy abundante y la especie de caza mayor más abatida en nuestro país. Emparentado con el cerdo, es posiblemente el animal que menos presentación requiere de los seis de los que hablamos en este artículo.
Los machos adultos pueden superar los cien kilos de peso, mientras que las hembras difícilmente pasan de los setenta. Tiene una visión bastante defectuosa, compensada con un agudo oído y un finísimo olfato, con el cual detecta parte su alimento (por ejemplo hongos, animales y vegetales enterrados) y también a sus enemigos.
Dada su tradición en nuestra zona, y en otras muchas, existe todo un vocabulario asociado al jabalí. A modo de ejemplo nombraremos a la jabalina, correspondiente a la hembra de la especie, el jabato o rayón (por tener rayas longitudinales a lo largo del cuerpo), cría del jabalí, el macareno, individuo viejo o el escudero, macho joven que acompaña a este.
El jabalí es sedentario durante el día, buscando el cobijo de la espesura. Por la noche, en cambio, recorre grandes distancias al trote o a paso ligero. De todos es conocido que, en un momento dado, puede correr al galope llevándose por medio lo que se le interponga. Sin embargo, ese tipo de carrera no puede mantenerla mucho tiempo.
Su período de celo acontece entre el final del otoño y el principio del invierno. El macho entonces busca una piara (manada), expulsa a los jóvenes de su mismo sexo, lucha si es necesario con sus posibles rivales y, finalmente, cubre a las hembras. Estas no suelen ser más de cuatro.
A pesar de que siempre ha sido cazado en estas tierras, el jabalí no es el animal de los que hoy tratamos que más nombres aporta a la toponimia serrana. El ciervo y el corzo lo hacen con más abundancia. Aún así son doce los que hemos señalado en la lista que más arriba proporcionamos. La mayoría de ellos derivan de la palabra puerco, aunque otros lo hacen de jabalí o gorrino.
6. Cabra Montés (Capra pyrenaica)
La cabra montés es una especie que pertenece a la familia zoológica de los caprinos. Un macho adulto puede llegar a medir 150 centímetros y sobrepasar un peso de 120 kilogramos. La hembra no supera ni los 120 centímetros ni los 60 kilogramos.
Fotografía realizada por Arturo de Frías Marqués |
Sus individuos pueden pastar y también ramonear. Siempre buscan terrenos montañosos abruptos y son activos día y noche, con preferencia por las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde.
Nunca ha sido una especie fácil de observar en nuestras Sierras. Es en estos últimos años cuando sus ejemplares se dejan ver con más frecuencia. No obstante, siguen sin ser muy numerosos.
Existen numerosos topónimos en nuestra zona derivados de la palabra cabra. Sin embargo debemos relacionar todos ellos con la cabra doméstica y no con la montés, de escasísima tradición serrana (por eso no aparece ninguno en la lista). Hablaremos de ellos en un futuro artículo referido a este tipo de animales.
Fotografía realizada por Arturo de Frías Marqués |
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Agradezco de verdad recibir todo lo que me mandan de PuraSierra que contribuye a divulgar la cultura bellísima y anima a los que amamos esta tierra tan rica en botánica, zoología, geografía, etc. etc... Es una iniciativa que debe seguir prosperando. ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarGracias por el comentario. Lo que tengo son buenos lectores.
EliminarMe gusta y disfruto con estos envíos, que me ayudan a conocer y valorar la Naturaleza, obra de Dios que me encandila ¿Podrían añadir alguna fotografía de Cañete, ese pueblecito en donde el silencio canta. Muchas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias. En el artículo de fotos invernales salieron algunas fotos de Cañete. Próximamente saldrán algunas más.
EliminarDebemos agradecer el esfuerzo que hace el autor, (aunque supongo que lo hace con gusto), por divulgar los valores de nuestra tierra, con tan extensa documentación.
ResponderEliminarGracias por tus artículos ,JM
Gracias Mariano. Pues claro que lo hago con gusto. Seguimos en la brecha...
EliminarLa última foto de los corzos son ciervas y la pprimera y tercera foto de la cabra no son cabras hispánicas.
ResponderEliminarPues lo cierto es que llevas toda la razón. Muchas gracias por el aviso. Lo de la foto de las ciervas ha sido un error de colocación, ya corregido. Lo de las dos fotos erróneas de la cabra montesa ha venido provocado porque sólo una de las mías (la segunda y única válida) era lo suficientemente buena. Al ser tan difíciles de ver (como explico en el artículo) no he podido disponer fotos de calidad y he seleccionado esas dos (ambas de uso libre). También lo he arreglado, en este caso con dos imágenes del gran fotógrafo Arturo de Frías.
EliminarMuchas gracias por compartir esta maravilla de naturaleza
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