La Serranía Celtibérica. Idea, proyecto y futuro

Casa De Los Olmos (Las Majadas)

En el último artículo que publicamos en PuraSierra, titulado La demografía serrana. Introducción a la Serranía Celtibérica, explicamos brevemente este último concepto y cómo el mismo ha sido concebido desde la idea inicial de agrupar territorios limítrofes siempre y cuando cumplan unas mínimas características comunes con el resto, las cuales atañen a factores tales como su geografía, su historia, su cultura y sus tradiciones.

Ampliaremos en este la información sobre este proyecto con la idea básica de contribuir a su divulgación y conocimiento entre nuestros lectores. Es muy claro que nuestra zona geográfica no ha sido precisamente favorecida por las decisiones administrativas y políticas en, como mínimo, los últimos cien años. Por ello iniciativas que tengan por objeto su desarrollo son, en nuestra opinión, de mucho interés, y por ello pensamos que deben ser conocidas y debatidas.

Prácticamente toda la documentación que comentaremos está en el Sitio Web del proyecto y es propiedad del mismo. En particular el documento denominado Serranía Celtibérica (España). Un Proyecto de Desarrollo Rural para la Laponia del Mediterráneo ha servido de base para la presentación de muchos de los datos que emplearemos en el artículo.

El proyecto ha sido dirigido por el Profesor Francisco Burillo Mozota, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel. Sus raíces, no obstante, se remontan al año 1984 en el que comenzaron una serie de trabajos en los que a lo largo del tiempo han intervenido diferentes instituciones e investigadores.

Fruto del proyecto Serranía Celtibérica nació en junio de 2014 la Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica (ADSC), a la cual, según sus Estatutos, pueden pertenecer personas físicas y jurídicas. Las principales, como es lógico, son las jurídicas. Entre las mismas figuran Ayuntamientos, Comunidades, Asociaciones y, en general, organizaciones que están de acuerdo con sus fines, consistentes, fundamentalmente, en la promoción del desarrollo rural del ámbito geográfico de la Serranía Celtibérica. El Manifiesto del proyecto sintetiza perfectamente su razón de ser y sus objetivos. Entre ellos se incluye la búsqueda de ayudas al desarrollo en las instituciones europeas.

La demarcación geográfica del área incluye 1263 municipios, con 2172 núcleos de población, pertenecientes a cinco Comunidades Autónomas (La Rioja, Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana). Ocupa parte de las provincias de Burgos, Castellón, Cuenca, Guadalajara, La Rioja, Segovia, Soria, Teruel, Valencia y Zaragoza. Su superficie abarca 63098,69 kilómetros cuadrados y su población supera por muy poco el medio millón de habitantes, con una densidad media inferior a 8. Con estos datos, vamos a hacer unas comparaciones que ayudan a calibrar sus principales características:
  1. El área que ocupa la Serranía Celtibérica supera a la suma de las de Cataluña y Galicia.
  2. La ciudad de Málaga tiene unos 60.000 habitantes más que los de todo el territorio abarcado.
  3. La densidad de población en España es superior a 90 habitantes por kilómetro cuadrado. En la Unión Europea, la de la Serranía Celtibérica es comparable únicamente a la de Laponia.
Teniendo en cuenta que cuatro de sus ciudades (Cuenca, Soria, Teruel y Calatayud) superan los 20000 habitantes y una más (Almazán) tiene entre 5000 y 20000, el resto es prácticamente un inmenso vacío.

Es imposible que en una superficie tan extensa todas las reglas generales sean de aplicación exacta a los 1263 municipios, 556 de los cuales no llegan siquiera a los 100 habitantes. No obstante no hay muchas excepciones a las dos siguientes:
  1. La Serranía Celtibérica se corresponde con un área montañosa casi en su totalidad. Orográficamente, se encuentra encuadrada en el Sistema Ibérico (Cordillera Ibérica). La primera palabra de su nombre emana de esta característica.
  2. Las ciudades-estado en las que, según el modelo político griego, vivían los celtíberos, estaban ubicadas en la Serranía Celtibérica. Entre las mismas destacaron Segeda, Numancia, Nertóbriga o Contrebia. La segunda palabra de su nombre refleja esta circunstancia. A lo largo y ancho del territorio hay cientos de ruinas de ciudades, castros y otras construcciones de aquella época.
Por supuesto, tal y como explicamos en el anterior artículo, muchos municipios limítrofes podrían incorporarse y otros salir. El establecimiento de fronteras no es fácil pero ha sido hecho con los criterios de uniformidad definidos y, además, sumando otros que deben ayudar a que la Unión Europea fomente el desarrollo de todo el territorio.

En la siguiente imagen se puede ver un mapa de la Serranía Celtibérica junto con información demográfica de cada municipio correspondiente a 2013. Se indican también las ciudades más habitadas.

Información demográfica de la Serranía Celtibérica en 2013
Información demográfica de la Serranía Celtibérica en 2013 (imagen de www.celtiberia.es)
La Unión Europea establece seis tipos de regiones que se enfrentan a problemas de desarrollo. La Serranía Celtibérica se identifica con tres de ellos (es Región Montañosa, es Región Escasamente Poblada y es Zona Rural). Los otros tres son para regiones Fronterizas, Insulares y Ultraperiféricas.

Veamos las razones por las que la Serranía Celtibérica cumple los criterios que hacen que se encuadre en estos tres tipos de regiones:
  1. Para alcanzar la denominación de Región Montañosa hay que valorar una serie de características geográficas bastante complicadas de calcular. Obedecen a parámetros tales como la altura, la pendiente media del terreno y la cercanía de cada punto a lugares ya considerados como montañosos. Además, puntos no montañosos situados a menos de 20 kilómetros de alguno que sí lo sea, son denominados como de transición a la montaña y considerados como si lo fueran. La obtención de estas mediciones supone una serie de cálculos matemáticos no triviales de realizar. Por supuesto el proyecto ha realizado la medida para toda la región y el resultado es concluyente: más del 77% del territorio es montañoso y el resto, al ser de transición a la montaña, es considerado como si lo fuera.

    Para cumplir con este criterio una de las restricciones impuestas a la Serranía Celtibérica es que cualquier punto de la región no puede estar a menos de 700 metros de altura. Toda la zona PuraSierra, así como la ampliada que definimos en el anterior artículo, cumple más que sobradamente con el mismo.

    La Unión Europea ha definido los retos a los que se tienen que enfrentarse las Regiones Montañosas. En la zona PuraSierra ninguno de ellos nos es extraño. Entre otros incluye la baja densidad de población, la falta de servicios públicos, las escasas inversiones, la emigración, el coste de las infraestructuras y las complicadas vías de comunicación.

  2. Con una densidad media inferior a 8 habitantes por kilómetro cuadrado, la región delimitada por la Serranía Celtibérica cumple con el criterio preciso para ser considerada como Región Escasamente Poblada. Dado su tamaño y el tipo de Administración que tiene (repartido entre varias Comunidades Autónomas), es precisamente 8 el valor máximo que podría tener para su cumplimiento.

    Solo dos regiones en Europa, Laponia y la Serranía Celtibérica, pueden alcanzar esta consideración. La primera, por razones climáticas más que conocidas, está muy despoblada desde siempre. La segunda, sin embargo, comenzó su lenta decadencia poblacional, causada principalmente por la emigración, hace algo más de cincuenta años.

    Tanto la zona PuraSierra como la ampliada contribuyen más que significativamente a bajar la densidad media de la Serranía Celtibérica. Con menos de 3 habitantes por kilómetro cuadrado, y con 27 municipios (de 133) que no llegan siquiera a 1, buscar valores similares implica salir de Europa y empezar a analizar las poblaciones del Desierto del Sahara o de remotas localizaciones de Patagonia o Groenlandia. Si no fuera porque es completamente real, esto parecería un chiste.

    En cuanto a los retos a superar por estas regiones, la Unión Europea habla entre otros del alejamiento y dificultad de acceso a las ciudades grandes, la escasez de trabajo, el alto coste de los servicios y la escasa diversificación de la economía. Nuevamente, no dice nada que no conozcamos.

  3. La forma de determinar si una región es o no rural (y el grado que alcanza en caso afirmativo) es bastante compleja. Los factores que intervienen en los pertinentes cálculos son los siguientes:
    • Número de habitantes de las ciudades más grandes.
    • Extensión territorial.
    • Densidad media de población de sus municipios.
    • Distancia de cada municipio a una zona urbana.
    • Distancia entre cada población y la ciudad más próxima.
    • Tiempo a emplear en el desplazamiento entre ambas.
    Los resultados obtenidos por los investigadores del proyecto no dejan lugar a la duda. La Serranía Celtibérica adquiere el grado de región Predominantemente Rural y Remota, superando ampliamente los límites mínimos establecidos para esta denominación. Los siguientes datos sirven para ilustrar este extremo:
    • Solamente las ciudades de Cuenca, Soria y Teruel tienen consideración de áreas urbanas.
    • El 99% del territorio es rural (razón por la que la Serranía Celtibérica es zona Predominantemente Rural).
    • Existen 2172 núcleos de población. De ellos, el único con más de 50000 habitantes es Cuenca (el 0,2%), 471 (el 21,5%) tienen la consideración de cercanos (desde ellos hasta la ciudad más próxima hay menos de 45 minutos en coche) y los 1700 restantes (el 78,3%) son los remotos (el tiempo definido supera los 45 minutos).
    • En cuanto a los habitantes, el 10,2% viven en la única ciudad de más de 50000 habitantes, el 17,8% lo hacen en poblaciones calificadas como cercanas y el 72% en remotas.
    • Existen 556 municipios en regresión (con población envejecida inferior a 100 habitantes). En el resto de España solo existen otros 514. Teniendo en cuenta que la superficie de la Serranía Celtibérica es el 12,45% del total de la española, la cifra habla por sí sola.
Un par de factores más, no fáciles de reflejar en cifras, acrecientan la problemática de la Serranía Celtibérica. El primero es el que ya comentamos, con respecto a nuestra zona, en el artículo anterior. Se trata de la diferencia entre la población real y la empadronada, que es la utilizada para todos los cálculos. En el marco del proyecto se realizó un interesante estudio en 41 municipios, precisamente situados en nuestra zona (siendo Orihuela del Tremedal el más habitado y Chequilla el más deshabitado). El resultado fue tan significativo como preocupante: solo el 60% de la población censada vive allí asiduamente.

El segundo factor es la dispersión poblacional. La emigración ha conseguido que los pueblos vayan poco a poco en regresión, lo cual deja un panorama de, al margen de las pequeñas ciudades de la región, escasísimas o nulas concentraciones de residentes. En Laponia, por ejemplo, la situación es totalmente diferente. La escasa población se concentra en núcleos que, sin tener en absoluto la consideración de urbanos, si al menos permiten que muchos servicios puedan ser ofrecidos de forma centralizada, y por lo tanto más eficiente y barata, a sus habitantes.

Hasta aquí la presentación del proyecto de acuerdo con la documentación del mismo. En PuraSierra pensamos que parte de una idea muy interesante y podría tener largo recorrido si la Sociedad Civil se hace con él. Si se politiza, y no dudamos de que haya quien intente conseguirlo, posiblemente se arruinará.

Casa De Los Olmos (Las Majadas)

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9 comentarios :

  1. Me parece muy interesante el artículo aunque, si se me permiten dos preguntas:
    ¿Por qué inventar un nombre para algo que ya lo tiene? (sistema Ibérico des del punto de vista geográfico)
    ¿Cuáles son las causas de la despoblación y que propuestas concretas hay para revertirla? (sin saber las causas no se pueden buscar soluciones)

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    1. Gracias por tu comentario, Xavier.

      A la primera pregunta tal vez debería responder quién haya inventado el nombre. Personalmente me parece acertado.

      Efectivamente, el Sistema Ibérico, desde el punto de vista de la geografía física, responde bastante bien a lo que es la zona. Puesto que la misma no fue fija desde la concepción de la idea, y de hecho ha ido incrementándose con tierras más o menos pertenecientes a ese Sistema, y aún lo puede hacer, parece razonable no bautizarla con un nombre puramente físico.

      En todo caso, hablamos de un concepto político, aunque aúne territorios culturalmente bastante afines. La palabra "Celtiberia" responde muy bien (más o menos tan adecuadamente como "Sistema Ibérico") a lo que es la zona, en este caso desde un punto de vista más histórico. La palabra "Serranía" mantiene, de alguna manera, la idea del territorio montañoso imperante en casi toda la zona.

      Total, la expresión final no dista mucho de lo genuinamente físico, y es más versátil y político. Esto es sólo una opinión.

      El otro tema que planteas creo que es mucho más complicado. Las causas de la despoblación son, por supuesto, económicas. Más allá de los tópicos rurales convencionales, no se me ocurre ninguna solución. Tampoco veo que se propongan ideas realmente innovadoras, por lo cual deduzco, por si no lo tenía claro, que estamos ante algo verdaderamente muy difícil. Tengo la impresión de que únicamente ante un retrioceso social importante, y desgraciadamente no descartable, lo que ahora no es económicamente interesante puede volver a serlo.

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  2. Hola Jose Maria:

    Me podrias decir que se consideran puntos montañosos? Siempre me ha sorprendido mucho la ausencia de amplias zonas de Castilla y Leon, que son contiguas al territorio aqui delimitado, que cumplen con todos los requisitos impuestos (por ejemplo una zona mayor del noreste segoviano o la expansion hacia el sur de Burgos y la divisoria Duero-Ebro en la provincia de Burgos hasta llegar practicamente al embalse del Ebro)

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    1. La definición es complicada. Puedes verla en el documento http://www.celtiberica.es/flipping/Serrania.pdf.

      El parámetro principal a evaluar es la altura sobre el nivel del mar. Según ésta ese punto tiene que cumplir con determinados criterios (desde ninguno para puntos a más de 2500 metros hasta otros realmente difíciles para los que no llegan a los 300). Además los puntos en "zonas de transición", de los que hablo en el artículo, también son considerados montañosos.

      En el caso de la Serranía Celtibérica se han considerado territrorios por encima de los 700 metros de altura. Se me ocurre que tal vez sea esta la razón de descartar los que nombras pero no estoy seguro de ello (podría ser que según su altura no se cumplieran los criterios adecuados y que, además, no estuvieran en zonas de transición).

      Tal vez lo mejor sea dirigir la pregunta a la Asociación. Me consta que están muy comprometidos y no se esconden ante las preguntas.
      ƒ

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  3. Muy buenas,

    Las soluciones a este problema son inexistentes. Es decir, hay que asumir que nunca volverán a estar habitados esos territorios como lo estaban hace 60 años. Dicho esto, y teniendo en cuenta que hoy en día las comunicaciones son básicas, habría que establecer las zonas alrededor de las cuales todavía es posible fijar la población y actuar en consecuencia.

    Lo primero es que en la medida de lo posible haya unas buenas comunicaciones con los grandes núcleos poblacionales. Por suerte esto se cumple sobradamente, a excepción de Cuenca que está algo más colgada, Teruel, Soria, Calatayud... tienen autovía. Cuando se acabe la autovía Soria-Valladolid y su continuación hasta Zaragoza podremos decir que este primer punto está cumplido.

    Luego, hay que pensar en positivo: ¿Qué características tiene esta región?: Mucha naturaleza, poca población y en breve totalmente concentrada. Es decir, tenemos la zona más grande de Europa Occidental de naturaleza salvaje. Pues aprovechemosla. Hay enormes serranías sin arbolado que podrían suministrar madera con una adecuada politica de repoblación. Habría puestos de trabajo a montón y produciría dinero. La caza es otro aspecto a destacar. No como los amigos que se van un domingo a matar 3 perdices, sino en plan montería andaluza, con sus fincas, sus guardias y aprovechando que Valencia, Zaragoza y Madrid están "cerca", promocionarlo en el extranjero. Los europeos se mueren por la naturaleza salvaje porque en sus ordenados países, no existe. Y la caza ya está: hay jabalí, cabra montés, ciervo, gamo, muflón...


    Y ya en otro orden de cosas... en las poblaciones que aún conservan algo de vida, y las pocas ciudades que hay, el estado debería conceder:
    1. Por una parte, subvenciones a las familias con hijos menores de 18 años, ayudas económicas por nuevo hijo y exenciones fiscales (no pagar el IRPF)
    2. A las empresas que se instalasen en esta región y que realmente dieran trabajo a la gente de la zona, fijasen población y trajeran gente nueva, se les concedería una exencion en los primeros años (pongamos 20) en el IS y después una rebaja del 30% (las cifras me las invento, eso habría que estudiarlo)


    Eso, en resumen, es lo que creo que habría que hacer. Asumir que hay que tender hacia otro modelo poblacional y que hoy en día, sin ganadería y sin regadío no se puede vivir del campo. Por lo tanto hay que buscar nuevas fórmulas.

    Un saludo y gracias, me encantaría debatir sobre el tema

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    1. El análisis que hace me parece interesante y apropiado pero discrepo en las soluciones.
      El punto fuerte de la "serranía celtibérica" es la naturaleza fruto de la despoblación. Esta se acentúa con las comunicaciones, concentrándose la población en las cabeceras comarcales dónde también se concentran los servicios. Eso es difícil de revertir pero se puede aprovechar.
      Hasta aquí de acuerdo, pero no creo que la solución sea la madera y la caza. Como tampoco creo en las subvenciones pues no son sostenibles en el tiempo.
      La caza no es una actividad de masas sino de minorías (cada vez más) aunque algunas tengan un alto nivel adquisitivo.
      Las empresas no suelen instalarse en una zona sólo por los incentivos fiscales o subvenciones, si así fuera las Cuencas Mineras serían importantes polos de actividad después del mucho dinero invertido por el plan Miner, y no es así.
      En las zonas de montaña que han mantenido población (o incrementado) en los últimos años su economía está basada en el turismo masivo (Benasque, por ejemplo), la industria (Cella o Vilafranca), o una combinación de estos complementados con la agricultura. Este es la única solución viable (para mi) de momento, aunque no impuesta por la administración.

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    2. Discrepo en lo de que las empresas (o las personas) no se muevan por subvenciones. Si una empresa que se va a instalar en Zaragoza o Guadalajara le dicen que en Medinaceli no pagará IS durante los 10 primeros años, con las comunicaciones que hay hoy en día, no se lo pensaría.
      Y lo de las políticas familiares... se ha demostrado que con un buen apoyo económico las familias quieren tener más hijos de los que realmente tienen. En una zona tan deprimida como la presente, toda ayuda sería poca.

      En cuanto a la caza y la madera... son ideas. Lo de la madera ya se hace a gran escala en la provincia de Soria. En Teruel hay enormes pinares y en Zaragoza hay serranías peladas esperando una política de repoblación planificada. Podría generar riqueza y puestos de trabajo, sin duda. La caza no tanto, pero es otra forma de sacar partido al terreno, así como el turismo de naturaleza

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  4. Está claro que desconoces el proyecto de la Serranía Celtibérica, una idea que ha sido refrendada unánimemente por el Congreso y el Senado Español.
    Hay solución, por supuesto, la Laponia consiguió la suya con Suecia y Finlandia, nosotros aún estamos a tiempo. Hay myltitud de proyectos y diez Universidades adheridas al mismo.
    La esperanza nunca ae pierde, y toso se gana cuando el orden y la estructura se combinan bajo un mismo paraguas y buscan el objetivo común. Gracias. Te animo a www.celtiberica.es para apoyar toda una batería de actuaciones.

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  5. Bueno, te voy a explicar un poco las soluciones.
    Realmente lo que necesita este territorio es una estructuración, al igual que en Laponia se consiguió.
    Para ello hay que hacer dos cosas fundamentales, organizar y financiar.
    La Organizacion y cómo se hace lo desarrolla el tratado de lisboa, donde las tres patas que equilibran son formadas por los agentes socio-económicos, los institucionales y académicos. Ahí estamos.
    La financiera es mas sencilla, la Serrania Celtiberica si se constituye como una Euroregión tiene (porque cumple con creces) derecho a unas ayudas millonarias que se han eatablecido en el Parlamento Europeo.
    El siguiente paso también está elaborado, porque proyectos de asentar población existen, lo que se hace necesario es que estos se estructuren bajo un paraguas, ese va a aer el marchamo internacional que necesita la 71 Euroregión.

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