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Las setas: Generalidades, hongos serranos más populares y toponimia

Macrolepiota procera

Hablar de popularidad refiriéndonos al mundo de las setas y aplicándolo al ámbito geográfico de nuestras Sierras, no es realmente hablar de algo muy importante. Ya dijimos en otro artículo, titulado La leyenda negra de la seta de los caballeros, que nuestra zona se ha encontrado históricamente en la parte micófoba (con escaso interés por las setas) de España, por otro lado mucho más amplia que la micófila (lo contrario). Para entendernos, esto significa que una reacción normal para uno de nuestros mayores ante la contemplación de un Boletus edulis, pongamos por caso, podría haber sido aplicar al hecho la más completa indiferencia o, incluso, no contener las ganas de disparar un penalti. Desde luego, jamás habría pensado en comérselo, ni siquiera en plantearse si podría ser comestible.

Todos sabemos que las cosas hoy en día son muy distintas. Pero la realidad era esta, por mucho que digan algunos, y salvando las excepciones que más abajo comentaremos, hasta hace no muchos años. Obviamente, estamos generalizando y no cometeremos el error de no decir también que en la España micófoba siempre ha habido personas micófilas e incluso micólogas, en el sentido más académico de la palabra.

Distinto sería si habláramos de riqueza micológica en vez de popularidad de las setas. Aquí ya cambian las tornas puesto que difícilmente encontraremos, ni en la España micófoba ni en la micófila, zonas más ricas en hongos (hongo es lo mismo que seta) que la nuestra. Sin salir de nuestras tres provincias, si añadiéramos el resto de la Serranía Baja de Cuenca, el resto de la Sierra de Albarracín, el resto del Alto Tajo, la Sierra de Gúdar y parte de la del Maestrazgo, todas adyacentes, sin duda estaríamos hablando del primer espacio setero de nuestro país.

Este es el mejor momento del año para hablar de hongos, puesto que estamos en otoño y muchísima gente está pendiente de cómo evoluciona la temporada en tal o cual sitio, puesto que es muy conocido que en esta estación es cuando más setas se recolectan y el número de aficionados hoy día es inmenso. Sin embargo setas tenemos durante todo el año. Está bien escrito, todo el año. Tres factores determinan esta profusión:
  1. El primero no requiere mucha explicación. Hay setas que solo salen en primavera, o en otoño o en invierno/primavera, pongamos por caso. El ser vivo del que emergen tiene, como todos, su ciclo vital. Hay ciclos vitales simples, como los tres citados, los hay más complejos (por ejemplo los de setas que solo aparecen cada X años) y los hay incluso desconocidos para la ciencia.
  2. El segundo se entiende fácilmente y se puede citar en forma de teorema: las setas aparecen cuando se cumplen las condiciones para que lo hagan. Dicho así parece muy fácil. Sin embargo es una forma de decir, para muchísimas especies, que el hombre todavía no tiene ni idea de cuáles son esas condiciones. Eso sí, en el momento en que las conoce, todos sabemos lo que somos capaces de hacer. Una de las más exquisitas setas se llama champiñón y hoy día la compramos en cualquier sitio, a lo largo de todo el año y por poco dinero. Es así porque el hombre conoce muy bien sus condiciones de afloramiento.
  3. Aunque quisiera dotar de rigor científico al artículo, no podría resistirme a incluir este tercer factor. También es muy simple y los niños son los que mejor lo entienden: las setas son mágicas. Posiblemente con esto me refiera a que hay una enormidad de aspectos a su alrededor que la ciencia no entiende todavía. Sin embargo, lo tengo comprobado, hay magia en las setas.
Con rigor científico, cualquiera podría decir que el primer caso está incluido en el segundo. Es cierto, pero la explicación no sería tan didáctica si aquel se suprimiera. Lo que sí es importante entender es que, aunque a una seta le toque aparecer en un lugar determinado según la estación en la que estemos, como las condiciones no se cumplan en ese sitio, su búsqueda estará condenada al fracaso. Eso lo sabemos bien todos los aficionados.

Del segundo factor se desprende que en lo que respecta al momento de aparición de cualquier especie de seta no hay ninguna regla infalible. Se equivoca quien piensa, por ejemplo, que es imposible recolectar níscalos en febrero dentro de nuestra zona.

Volvamos a la popularidad serrana. Con estos antecedentes, popularidad, popularidad, lo que se dice popularidad, en su grado máximo la única seta que siempre lo ha alcanzado por estos lares es el Lactarius deliciosus. Una entre muchos centenares de especies; esta es la realidad. De acuerdo, muchas no son comestibles o no tienen capacidad culinaria. Perfecto. Una entre varios cientos. Es la micofobia, pero eso ya ha cambiado. Ahora el problema, como tantos otros, ha dado la vuelta. Somos demasiados buscando setas. Pero este ya es otro tema.

El Lactarius deliciosus, más conocido como níscalo (o míscalo), es también llamado mizclo en muchos de nuestros pueblos o robellón (también rebollón) en otros. Siendo consecuente, su popularidad es tal que es difícil encontrar a alguien que no lo conozca. Por lo tanto, pocas explicaciones requiere. Baste decir, en honor a la realidad, que hay otras dos especies que se confunden con él y que los no muy expertos no diferencian. Son el Lactarius sanguifluus y el Lactarius semisanguifluus. Puesto que culinariamente, al parecer de la mayoría (porque sobre gustos no hay nada escrito), ambos son mejores que el primero, no hay ningún problema en ponerlos todos juntos en la misma cesta.

Tan popular ha sido siempre el níscalo, y tan dejadas de lado el resto de setas, salvo las que más abajo enumeraremos, que aún hoy día hay mucha gente en nuestros pueblos que sustituye cualquiera de sus sinónimos por la palabra hongo. Si te hablan de hongos sin más, te están hablando de níscalos.

Lactarius deliciosus
Lactarius deliciosus
Una vez encumbrado el rey níscalo, el número dos de nuestras setas populares siempre ha sido la reina, la exquisita seta de cardo (Pleurotus eryngii). Se sitúa a bastante distancia del anterior, posiblemente porque su espacio vital (precisa de la presencia del cardo corredor), aunque abundante en nuestra zona, no lo es tanto como el pinar que requiere el primero. No obstante, podemos hablar de mucha popularidad. Muchísimos serranos conocen esta seta, por supuesto muy apreciada en la mesa.

Pleurotus eryngii
Pleurotus eryngii
A partir de aquí lo que se puede hacer es nombrar algunas especies más que, sin ser del conocimiento general, sí se han recolectado y consumido toda la vida en alguna medida. Sin embargo, su grado de popularidad es muy inferior al de las dos especies ya citadas.

El hongo puchero, acepción común en toda nuestra zona, podría ser el tercero en la lista. Corresponde a varias especies similares, todas excelentes comestibles, de la familia del champiñón común. Las que más se encuentran son el Agaricus campestris, el Agaricus arvensis y el Agaricus silvicola. Si bien todo el mundo, en general, ha oído hablar de él, no todos lo conocen y son menos los que se animan a cocinarlo y degustarlo.

Agaricus campestris
Agaricus campestris
El siguiente en la lista es el famoso Boletus edulis. Llamado faisán en ciertos pueblos y porro en otros, a veces simplemente hongo, lo incluimos en la lista porque ya hace más de treinta años que empezó a ser adquirido en nuestros pueblos por personas dedicadas a su comercio (en aquel tiempo, sobre todo, internacional, aunque ahora ya se consume mucho en España). Este hecho, unido a que los componentes de la Guardería Forestal siempre lo han estudiado y, por supuesto, recolectado, de alguna manera popularizó su conocimiento, no hasta tal punto, ni mucho menos, que se consuma habitualmente, pero si al menos para que hoy día muchos se lo piensen antes de lanzar el penalti. A esta seta se le añade otra de forma y calidad similar, denominada Boletus pinophilus.

Boletus edulis
Boletus edulis
Existe otra seta llamada Suillus luteus que en determinados pueblos, en concreto algunos de los de la provincia de Teruel, es conocida por faisán, justo como a en otros muchos de Cuenca y Guadalajara se llama al Boletus edulis. El Suillus luteus es un excelente comestible (exceptuando su cutícula), abundante incluso en años malos, y para nada popular ni consumido. Dada su abundancia, cualquier persona que pasee por el campo lo ha visto en praderas y al borde de los bosques. A veces, si alguien le quiere poner un nombre, le llama hongo de vaca. Su recolección y consumo son, aún hoy, escasísimos. Si hablamos de él aquí es por la coincidencia de nombres explicada.

Suillus luteus
Suillus luteus
La lista está prácticamente terminada. Todas las setas de las que hemos hablado, en general (recuérdese el segundo factor comentado), aparecen solo en otoño. Por añadir una típica de la primavera, y con nombre propio en nuestras Sierras, nombraremos la cagarria. Corresponde a la Morchella esculenta, conocida también como colmenilla, y a alguna otra muy similar. Su alto valor económico ha provocado que, cómo en el caso del Boletus edulis, ya haga bastantes años que se comercializa y por lo tanto es adquirida en bastantes pueblos. Su historia en nuestra zona es muy paralela a la del caso anterior.


Morchella esculenta
Morchella esculenta
No podemos dejar de aclarar, hablando de  popularidad setera, que toda generalización incorpora algunos errores. Por supuesto que hay pueblos singulares  dónde tal o cual especie no nombrada, por algún motivo concreto, sí que es realmente popular. Estaría bien, si ocurre el caso, que se comentara en la sección correspondiente.

Por terminar con el tema, es preciso comentar que hemos dejado de lado una especie que requiere un lugar aparte. Se trata de la trufa (género Tuber). Aunque es una seta, a diferencia de las citadas, es subterránea. Ello implica que la forma de recolectarla no es la habitual en las demás. Por otro lado, su alta importancia económica hace que la legalidad vigente no nos permita ir alegremente en su búsqueda. Son motivos suficientes para que tenga un tratamiento independiente.

En cuanto a la toponimia derivada de las setas u hongos, incluyendo los nombres de las distintas especies, lo primero que hay que decir es que se corresponde con la importancia que históricamente han tenido en la zona, es decir, hay muy pocos topónimos de este tipo. Aún así, contamos con dieciocho. Podemos verlos en la siguiente tabla, incluyendo para cada uno su término municipal y, de considerarse necesario, algún comentario:

Topónimo
Municipio / Comentario
Arroyo Del Barranco De Los Mizclos
Cuenca
Longitud: 0,99 kms.
Tributario del Arroyo Del Barranco De La Molatilla, afluente este del Río Tajo
Arroyo Del Barranco De Valdehonguillo
Tragacete y Cuenca
Longitud: 3,45 kms.
Tributario del Arroyo De La Alconera, afluente este del Río Escabas
Arroyo Del Vallejo De Las Setas
Cuenca
Longitud: 0,90 kms.
Tributario del Arroyo Del Barranco De La Molatilla, afluente este del Río Tajo
Barranco De Los Mizclos
Cuenca
Barranco De Valdehonguillo
Tragacete y Cuenca
Camino De Valdehonguillo
Tragacete y Cuenca
Ceñajo De Valdehonguillo
Tragacete
Ciudad Encantada De Valdehonguillo

Tragacete y Cuenca

Topónimo de reciente creación
El Hongar
Fuertescusa
El Hongaz


Valsalobre

Posiblemente “Hongaz” se refiera a “Hongar”
Fuente De La Honguera
Beteta
Hongarejos
Fuertescusa
Hoya Hongar
Priego
La Honguera
Beteta
Pozo Matacandiles
El Vallecillo
Tinadas Del Hongar
Fuertescusa
Vaguada De La Hoya De Las Setas
Cuenca
Vallejo De Las Setas
Cuenca

Doce de los dieciocho topónimos contienen algún derivado de la palabra hongo (Valdehonguillo, Hongar, Hongaz, Honguera u Hongarejos) mientras que solo tres  hacen lo propio con la palabra seta (Setas). Los tres que quedan son los únicos que se refieren a especies concretas de setas, dos de ellos incluyendo la palabra Mizclos (representación testimonial para una seta tan popular) y uno, muy curioso, referido al matacandil.

El matacandil es una excelente seta comestible (Coprinus comatus), muy familiar entre los aficionados a la micología y, ciertamente, no difícil de ver en nuestro territorio. Sin embargo, la misma palabra también se refiere a una planta que también se da en la zona (Sisymbrium irio). Tal vez algún nativo de la preciosa localidad de El Vallecillo o buen conocedor del terreno podría decirnos a qué se refiere el Pozo Matacandiles.

Coprinus comatus
Coprinus comatus
Hemos dejado aparte de los topónimos listados el innumerable conjunto de rocas, piedras, peñas, peñascos, pedruscos y derivados, con nombres más o menos reales, de formas naturales parecidas a setas. Compilar en nuestra zona semejante relación requeriría varias vidas de estudio.

Verdaderamente, el número de topónimos encontrados en nuestra base de datos era una unidad inferior al indicado. Muchos de ellos están encuadrados en lugares de gran belleza pero, al margen de esto, no hay ninguno que sobresalga especialmente con objeto de resaltarlo y comentarlo con un poco más de profundidad. Todos los que se refieren a Valdehonguillo, sin embargo, recuerdan un lugar inolvidable para quien ha tenido la oportunidad de contemplarlo. Sin embargo ese lugar, hasta dónde conocemos, no ha sido bautizado hasta hace poco tiempo. Es Antonio Virtudes, quien en la entrada La Ciudad Encantada de Valdehonguillo de su blog Magia Serrana, propone este nombre (explicando su origen), el cual tiene la virtud, valga la redundancia, de no hacer necesarias más explicaciones para definir el sitio. En PuraSierra nos parece una fantástica idea, motivo por el cual el mismo ha entrado a engrosar nuestra base de datos toponímica. Aparte de resaltar el parecido del lugar con la Ciudad Encantada original y otras más o menos conocidas que existen en estas Sierras, nada vamos a añadir a lo que en dicha entrada se comenta, lo cual desde aquí suscribimos por completo.

Ciudad Encantada De Valdehonguillo (fotografía cedida por Magia Serrana)
Ciudad Encantada De Valdehonguillo (fotografía cedida por Magia Serrana)
Para concluir utilizaremos el visor de Google Earth para ver la ubicación exacta de todos los topónimos hongueros enumerados. Pulsando aquí se abrirá en ventana aparte.

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6 comentarios:

  1. Súper interesante el artículo. La micologia siempre ha sido mi tarea pendiente. Es este artículo os lo habeis currado y es de reconocer.
    Un saludo

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  2. Gracias amigo, me ha gustado tu entrada, muy ilustrativa.
    Saludos

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  3. Buen artículo para divulgar de forma sencilla la información micológica, enhorabuena

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Es uno de los muchos tesoros que tenemos en estas Sierras. Saludos cordiales,

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  4. Muy bonita manera de explicar el mundo de la mico logia para principiantes. Yo he tenido excelentes maestros en mi familia y me encanta enseñar a conocerlas. En Boniches la cagarria se Le llama a la Ramaria, y su consumo se remonta en el tiempo. En la zona de Valdemeca la conocen como cascarria. Desconocía que en otros lugares se e así a la fantástica colmenillas, una de mis preferidas.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Amparo.

      Es muy curioso el mundo de los nombres vulgares de las setas. Sé que a la Ramaria la llaman cagarria en zonas de la Sierra de Gredos y de los Montes de Toledo (también allí la llaman coliflor y se ha consumido toda la vida), pero no sabía que también lo hicieran en Boniches (y supongo que en toda su zona). Como cascarria la he oído alguna vez y es citada en algún libro que habla del paraíso micológico de Valdemeca.

      En todo caso, la colmenilla es también de mis favoritas, y desde luego la que más me gusta en primavera, junto con la seta de cardo.

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