Senderos de agua de la
Serranía de Cuenca
es un libro escrito por Antonio Virtudes Gómez y Antonio Virtudes Segarra,
padre e hijo respectivamente, editado en 2014 como el número tres de la serie Miscelánea conquense por la Diputación Provincial de Cuenca.
Antes de nada me gustaría comentar lo acertado del título. Anuncia
que el libro va a recorrer la Serranía desde los caminos naturales existentes
desde siempre, los cauces de los ríos. ¿Hay mejores senderos que esos? ¿No son
los mismos senderos que recorrían los gancheros, de los que, por supuesto, el
libro se acuerda? ¿No son los mismos senderos que aguas arriba recorre un
pescador con su cucharilla? Son los senderos de la vida que cada río va creando y manteniendo mientras fluye hacia su destino.
Este es un libro que, con independencia de
otras cuestiones, rinde homenaje a una persona fallecida recientemente. Puesto
que no tuve el placer de conocer en vida e esta persona, cuento con un
primer hándicap para hablar sobre el libro. Aunque quiera, el sentimiento de
emotividad que segregan sus páginas no puedo vivirlo, más bien degustarlo, como
alguien que haya tenido relación con la misma.
Antonio Virtudes Gómez es el homenajeado. Para él, como
autor, el libro es póstumo. Y a él hay que agradecer ese ambiente melancólico
que engulle al lector según va avanzando páginas. Testimonios, recuerdos,
poemas, dibujos, acuarelas, explicaciones y fotografías van desfilando lentamente,
conformando una obra que es pura evocación y nostalgia, ya al final no tanto de
la persona como de los fastuosos paisajes que se contemplan desde esas trochas acuáticas
por las que se hace transitar al lector.
Retrato de Antonio Virtudes Gómez que figura en la contraportada del libro |
Tampoco tengo el gusto de conocer personalmente a Antonio
Virtudes Segarra. Sin embargo a él se debe mi segundo hándicap para comentar
este libro. Consiste en que me es muy difícil separar su obra impresa de su
obra telemática. Y es que Antonio es el autor del blog Magia serrana, referencia indispensable dentro del mundo virtual para los enamorados de estas tierras, el cual sigo prácticamente desde sus
inicios.
La pasión por las tierras serranas caracteriza el blog de
Antonio. Esa misma pasión es la que el padre tuvo durante toda su vida e inculcó, está claro que exitosamente, a su hijo.
Antonio, el hijo, tiene la virtud de expresar con fotografías
sentimientos que a otros nos costaría mucho hacer con palabras. Lamento caer en
el error de comparar blog con libro pero creo que a él se debe, lo mismo que en
el blog, la elección y disposición de las fotografías. Ya he comentado que esta obra es un compendio de obras gráficas y escritas. Lo que añado en este momento es
que lo que predomina, en mi opinión, son las fotografías.
Tras la magnífica portada que reproduce una obra de Julián
Grau Santos y después de un inicio en el que distintas personas, y también su
hijo, glosan la personalidad del homenajeado, el libro se divide en cuatro
partes, asociadas cada una a una estación del año y a un gran río de nuestras
Sierras. Además, por cada una, Antonio, el hijo, nos ofrece una reflexión
estacional y una aventura o anécdota vivida con su padre.
El libro no explica por qué el Júcar se asocia al invierno,
el Guadiela a la primavera, el Cabriel al verano y el Tajo al otoño. Estoy
convencido de que el archivo familiar, tanto el fotográfico como el de la
memoria, da para hacer muchos recorridos completos por cada estación y cada cauce,
de manera que alguna suposición es lo único que puedo hacer para resolver ese
enigma.
Los magníficos textos que acompañan al recorrido por cada uno de los cuatro ríos fueron escritos por Antonio, el padre. Ofreciendo profusión
de detalles geográficos y destilando la pasión del enamorado por su querida
Serranía, los mismos, junto con esas bien hechas y mejor elegidas fotografías,
desgranan cada afluente y cada paraje significativo del cauce correspondiente.
Son textos cortos, directos, meditados, didácticos, no exentos de un cierto tono poético, muy sentidos y, como corresponde a la
autoridad en la materia que era quien los redactó, verdaderamente doctos.
Estamos ante un libro en el que la presentación es muy
importante. Ha sido muy acertada la elección del gran formato del mismo. No
sería lo mismo, ni mucho menos, si se hubiera optado por un tamaño más clásico.
Las fotografías de gran calidad, de esta forma, ganan muchísimo en
expresividad. Es un libro que llama la atención desde la portada. Cualquiera que lo ojee querrá tenerlo un poco más de tiempo en sus manos.
Esta obra llega directamente a la cumbre de
la no extensa bibliografía serrana. Para quien haya tenido la ocasión de
conocer a cualquiera de los dos autores es un libro imprescindible. Para los
que tengan la inquietud de conocer estas tierras, o ampliar su perspectiva de
las mismas, es un excelente libro lleno de ideas para emprender viajes o excursiones. Los serranos están ante una de esas escasas obras que dan fe auténtica de lo que es su tierra. Por último, cualquier lector convencional tendrá en sus manos un atractivo libro divulgativo de la Serranía de Cuenca y sus encantos naturales.
Sendero de agua en la Serranía de Cuenca |
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Hola Pura Sierra.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta reseña del libro.
Un serrano abrazo.
Toni Magia Serrana.
El libro vale mucho la pena en todos los aspectos.
EliminarMuchas gracias a tu padre y a ti por hacer que podamos disfrutarlo,